Expertos mundiales exponen en un documento, que se ha dado a conocer en la COP26, cómo los bucles de retroalimentación entre el océano y el clima están agravando los efectos del cambio climático.
Un artículo publicado en la revista Aquatic Conservation afirma que las medidas para hacer frente al cambio climático y alcanzar el Acuerdo de París no tendrán éxito si no se tiene en cuenta a los océanos.
En un discurso dirigido a los líderes de la Cumbre del Clima de Glasgow (COP26), los autores del documento han expuesto ejemplos de cómo los bucles de retroalimentación entre el océano y el clima están exacerbando la crisis del clima.
“El ritmo del cambio climático sigue acelerándose, en gran medida, vinculado a los cambios en el océano, lo que provoca un continuo deterioro de la naturaleza y una alteración a escala planetaria del medioambiente, las personas y todo nuestro futuro”, señalaron.
En su opinión, los científicos son conscientes del papel que desempeña el océano tanto en la mitigación como en el agravamiento del cambio climático, “pero los políticos lo ignoran”.
El documento se ha elaborado a partir del trabajo de investigadores de todo el mundo y establece áreas clave en las que hay que seguir trabajando para integrar el océano en la acción climática.
Dan Laffoley, experto mundial en la conservación de los océanos advirtió que “no se puede perder más tiempo. Los cambios que ya hemos introducido en el sistema oceánico se harán notar durante siglos y están agravando la crisis climática. Todo lo que podamos hacer ahora para ayudar al océano a resistir el embate del clima nos servirá de ayuda, puesto que la protección de los océanos es, en definitiva, una cuestión de supervivencia humana”.
En el documento se señala la necesidad de adoptar un enfoque planetario a la hora de tomar decisiones. En él se identifican los modos clave en los que el océano, por un lado, atenúa el cambio climático al absorber el exceso de calor y carbono de la atmósfera y, por otro, lo agrava, ya que los fallos en los sistemas oceánicos exacerban los fenómenos meteorológicos extremos, modifican las corrientes oceánicas y reducen su capacidad de absorción de carbono.
Los autores hacen un llamamiento a los líderes para que protejan el océano, y afirman que “para revertir la situación y hacer que el planeta sea habitable, debemos reconocer y darle mayor importancia al papel fundamental que desempeña el océano en el sistema terrestre”.
También indican que “hay que priorizar la adopción de medidas urgentes necesarias para sanearlo y protegerlo desde un enfoque planetario, es decir, la escala en la que operan los procesos que sustentan la vida”.
El océano asume la carga más pesada en términos de mitigación del clima, pues absorbe más del 90 % del exceso de calor producido, en comparación con el mero 3 % que absorbe la tierra.
Además, representa el mayor sumidero de carbono del planeta. No obstante, esta actividad es perjudicial para el océano, ya que erosiona su capacidad de funcionamiento y crea bucles de retroalimentación que agudizan el cambio climático.
Un ejemplo de la interconexión entre el océano y el cambio climático es la estratificación, un proceso por el que el agua caliente y el agua fría, junto con la salinidad, quedan cada vez más separadas. La estratificación se produce por el calentamiento de los océanos, pero también por el aumento de las precipitaciones, que a su vez responde al calentamiento y a la estratificación.
Un océano estratificado conlleva múltiples efectos negativos, desde el aumento de las olas de calor marinas y los fenómenos meteorológicos extremos hasta la reducción de la capacidad del océano para absorber carbono y la modificación de la circulación oceánica.
Adaptar las soluciones a una escala planetaria: es necesario un tratado sobre la alta mar sólido que permita adoptar medidas de protección.
Acelerar e integrar la eficacia de las acciones en materia de clima y biodiversidad para lograr un mayor impacto y efecto.
Dejar de apoyar las actividades económicas e industriales que dañan el océano y reorientar los incentivos para obtener resultados positivos para el planeta.
Impulsar la recuperación y restauración de los océanos mediante una mayor cooperación y un mayor dinamismo a escala mundial.
Recalcar la conexión entre la naturaleza y la economía global: valorar el capital natural del océano para invertir en todos nuestros futuros.
Hacer uso de la ciencia necesaria para lograr un océano sano, productivo y resiliente que beneficie a las personas y sirva de ejemplo para toda la humanidad.
Referencia:
“The forgotten ocean - why COP26 must call for vastly greater ambition and urgency to address ocean change”. Aquatic Conservation