Investigadores españoles han experimentado in vivo cómo se activa el sistema inmunitario durante la gestación ante el mal de Chagas. Los resultados muestran que el riesgo de transmisión del parásito de la madre al bebé aumenta si el cuerpo no detecta la enfermedad y confirman que, suministrando medicación específica antes de la gestación, las probabilidades de contagio son prácticamente nulas.
Científicos del Instituto de Parasitología y Biomedicina López Neyra (CSIC), en colaboración con la Unidad Regional de Medicina Tropical (HVA) de Murcia, han confirmado que las mujeres embarazadas previenen la transmisión del mal de Chagas al feto cuando su sistema inmunitario controla al parásito causante, a la vez que preserva la gestación. En España se estima que esta patología grave afecta a unas 50.000 personas, según los expertos.
Para ello, los investigadores han analizado en ratas embarazadas las diferentes probabilidades de transmisión de la madre al feto, centrándose en el papel que desempeña el sistema inmunitario de la mujer antes y durante la etapa del embarazo, así como en el transcurso del parto.
Los resultados, recogidos en un estudio publicado en PLOS Neglected Tropical Diseases, apuntan que un 60% de las gestantes no transmiten la enfermedad y que la transmisión madre-bebé tiende a desaparecer con un tratamiento preventivo en mujeres en edad de gestación del embarazo. En concreto, los fármacos que actualmente palían los efectos, y que son perjudiciales para las embarazadas, demuestran ser efectivos si se toman en la fase previa al embarazo.
Al mismo tiempo, el trabajo revela que existen casos de mujeres gestantes incapaces de revertir el proceso de regulación de su sistema inmunitario inducido por el embarazo y contagian al feto.
“Es crucial que se establezca un equilibrio entre el sistema inmunitario de la madre y el parásito que trata de sobrevivir y multiplicarse en los órganos de mujeres embarazadas. Si no se logra, la infección por el parásito causante de la enfermedad alcanza al feto directamente”, advierte el responsable de este estudio, Manuel Carlos López, investigador del Instituto de Parasitología y Biomedicina López Neyra.
Asimismo, los científicos han corroborado los efectos ‘curativos’ de la medicación en bebés infectados durante el embarazo. “Pese a que se produzca transmisión vertical, la enfermedad puede controlarse con tratamiento farmacológico con resultados muy efectivos en recién nacidos con signos de padecer chagas agudo”, asegura López.
Entre los síntomas más comunes de esta patología provocada por el parásito unicelular Trypanosoma cruzi se presenta fiebre, dolor de cabeza, dificultad para respirar, hinchazón y dolor abdominal o torácico, incluso alteraciones neurológicas.
“Estos cambios son irreversibles y en muchos casos llegan a provocar la muerte. La enfermedad de Chagas, que se transmite por distintas vías como transfusiones de sangre o de madres a hijos, se puede curar si el tratamiento se administra al poco tiempo de producirse la infección. Además, si el paciente está en fase crónica, un tratamiento antiparasitario puede frenar o prevenir la progresión de la enfermedad”, explica López.
Pruebas in vivo con ratonas
Para demostrar estos resultados, los científicos han experimentado con varios grupos de ratonas en el laboratorio, concretamente con ejemplares sanas embarazadas y otras infectadas previamente al estado de gestación.
Por un lado, los expertos hicieron un seguimiento a las ratonas infectadas. “Observamos que aquellas madres enfermas que no gestionan bien su sistema inmunitario durante la gestación, es decir, su sistema inmunitario no es consciente de que está infectada, transmiten el parásito al hijo y consecuentemente la enfermedad. Pero si modifican su sistema para combatir la infección, tolerando la parte ajena del feto y evitando que se produzca aborto espontáneo, no transmiten la enfermedad. En cifras, esto ocurre hasta en un 60% de las gestantes”, especifica López.
En este sentido, los científicos apuntan la importancia de mantener la homeostasis inmunitaria durante la gestación sin dejar de controlar la infección por el parásito. “Resulta imprescindible que se produzca el proceso dual de regulación del sistema inmunitario de la madre para evitar el rechazo del feto y, al mismo tiempo, activar los mecanismos necesarios para el control de la infección”, matiza el responsable del estudio.
Por otro lado, los investigadores confirmaron que el embarazo en madres infectadas produce un aumento en la carga parasitaria. “Esto sucede especialmente durante el tercer trimestre del embarazo, lo que aumenta el riesgo de transmisión congénita madre-hijo”, comenta este experto.
Con este estudio, financiado por el Plan Nacional, los expertos quieren abrir nuevas vías de investigación para comprender el proceso de transmisión del parásito a lo largo de la gestación, y al mismo tiempo identificar marcadores inmunológicos que ayuden a evitar el contagio durante el embarazo. “La evaluación del perfil inmunitario durante el desarrollo del embarazo podría ser útil como herramienta determinante del factor de riesgo de transmisión del parásito”, concluye López.
Referencia bibliográfica:
Adriana Egui, Paola Lasso, María Carmen Thomas, Bartolomé Carrilero, John Mario González, Adriana Cuéllar, Manuel Segovia, Concepción Judith Puerta, Manuel Carlos López: ‘Expression of Inhibitory Receptors and Polyfunctional Responses of T Cells are Linked to the Risk of Congenital Transmission of T. cruzi’. PLOS Neglected Tropical Diseases. 9 de junio de 2017.