El registro más completo del Pleistoceno inferior de este felino endémico de la península ibérica se ha descubierto en el yacimiento paleontológico de Quibas (Abanilla, Murcia). El hallazgo permitirá aclarar la historia evolutiva de esta especie protegida.
La campaña que este año se ha desarrollado en el yacimiento paleontológico de Quibas (Abanilla, Murcia), declarado Bien de Interés Cultural, ha sido una de las más exitosas desde que en el año 2014 miembros del Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social (IPHES-CERCA) asumieron la dirección de la excavación.
En esta ocasión se han podido recuperar más de un centenar de restos de grandes vertebrados y otros tantos de microvertebrados. Pero el hallazgo estrella ha sido un esqueleto parcial de lince ibérico de hace un millón de años. Se convierte en el registro más completo del Pleistoceno inferior de este felino endémico de la península ibérica.
Entre los restos identificados de dicho lince destacan caninos, fémures, tibias, radios, ulnas, metatarsos, metacarpos, falanges y vértebras, probablemente pertenecientes a un mismo individuo. "Esto supone el registro más completo y antiguo de lince, lo que permitirá aclarar la historia evolutiva de esta especie protegida”, cuenta Pedro Piñero, investigador postdoctoral del programa María de Maeztu en el IPHES-CERCA, y codirector de la excavación junto a Jordi Agustí, investigador ICREA en el mismo centro de investigación y profesor asociado de la Universidad Rovira i Virgili.
Este carnívoro no se conocía hasta ahora en Quibas, por lo que su presencia viene a engrosar la larga lista de más de 70 especies distintas identificadas desde el descubrimiento de este yacimiento en 1994
Otro hallazgo significativo ha sido un molar de un cánido hipercarnívoro, posiblemente el ancestro del licaón –perro salvaje africano– y pariente del actual lobo. “Este carnívoro no se conocía hasta ahora en Quibas, por lo que su presencia viene a engrosar la larga lista de más de 70 especies distintas identificadas desde el descubrimiento de este yacimiento en 1994”, añade Pedro Piñero.
El mismo investigador también ha destacado: “Este año se han extraído más de un centenar de restos de grandes vertebrados, incluyendo huesos y dientes bien conservados de rinocerontes, caballos, macacos, zorros, cabras, ciervos, liebres, tortugas y aves rapaces. A esto cabe añadir cientos de restos de pequeños vertebrados entre ellos roedores, reptiles y anfibios y aves”. Estos pequeños huesos y dientes fueron identificados ya en el laboratorio analizando más minuciosamente el sedimento cribado y lavado durante el trabajo de campo.
En la excavación, desarrollada del 1 al 15 de mayo, participaron ocho personas: un geólogo de la universidad de Granada, un arqueólogo del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), una arqueóloga italiana, un arqueólogo de la Universidad de Murcia, un estudiante de biología de la Universidad de Murcia, y tres paleontólogos del IPHES-CERCA.
Reconstrucción del lince ibérico que vivió en la Sierra de Quibas hace un millón de años. / Mauricio Antón
Quibas es un enclave único Europa de acuerdo con su antigüedad. Se trata de un yacimiento de origen kárstico cuyos depósitos tienen una cronología de entre 1.200.000 y 1.000.000 de años y es el único con vertebrados continentales de Europa que tiene una sucesión de niveles comprendiendo esa edad. Esto es una singularidad que ofrece una oportunidad única para esclarecer los eventos faunísticos y climáticos acaecidos durante la parte final del Pleistoceno inferior.
Se podrá contextualizar el entorno ambiental de las primeras poblaciones humanas que habitaron Europa y comparar nuestros resultados con los de los yacimientos de la península ibérica de edad próxima
“Con ello se podrá contextualizar el entorno ambiental de las primeras poblaciones humanas que habitaron Europa y comparar nuestros resultados con los de los yacimientos de la península ibérica de edad próxima a Quibas y que han ofrecido las primeras evidencias de dicha ocupación, como son Fuente Nueva 3 y Barranco León en Orce (Granada), y Sima del Elefante en Atapuerca (Burgos)”, apunta Pedro Piñero.
Además, el descubrimiento en 2019 de una nueva especie de lagarto sin patas, el Ophisaurus manchenioi, permitió reconocer a la Región de Murcia como el último refugio ecológico de especies tropicales de Europa.
Labores de excavación sistemática en el yacimiento de Quibas (mayo 2021). / Pedro Piñero