La Agencia Espacial Europea (ESA) acaba de seleccionar los tres proyectos científicos finalistas que optan a las dos misiones de clase media que se lanzarán a partir del 2017. Se trata de las propuestas ‘Euclid’ sobre energía y materia oscura, ‘Solar Orbiter’ para estudiar la misteriosa naturaleza del Sol y ‘PLAnetary Transits and Oscillations of stars’ (PLATO) de búsqueda de planetas habitables que giran entorno a otras estrellas.
El Comité para el Programa Científico (SPC) de la ESA aprobó el 18 de febrero los proyectos ‘Euclid’, ‘Solar Orbiter’ y ‘PLAnetary Transits and Oscillations of stars’ (PLATO) para pasar a la fase de definición y decidir qué dos misiones serán finalmente implementadas.
Euclid (Euclides) intentará responder a cuestiones clave de la física fundamental y de la cosmología, principalmente a las relacionadas con el origen de las misteriosas energía y materia oscura. Los astrónomos están convencidos de que estas sustancias están presentes en mayor proporción que la materia ordinaria, y Euclid cartografiará la distribución de galaxias para revelar la estructura “oscura” del Universo.
Por su parte Solar Orbiter (Orbitador Solar) observará nuestro Sol acercándose todo lo que permite la tecnología actual, hasta una distancia de tan sólo 62 radios solares. Esta misión proporcionará nuevos datos e imágenes, incluidas las vistas de las regiones polares del Sol y de su cara opuesta, que no es visible desde la Tierra.
La misión PLATO (Platón) tratará de responder a una de las cuestiones más antiguas de la ciencia: la existencia de planetas habitables que giran alrededor de estrellas diferentes al Sol. Para ello buscará planetas de características similares a las de la Tierra en la zona habitable de las estrellas, los conocidos como “Análogos Terrestres”. Además, PLATO estudiará el interior de estas estrellas analizando las emisiones gaseosas que emanan de sus superficies.
Estas tres misiones son las finalistas de un total de 52 propuestas presentadas hasta 2007, que se redujeron a seis en 2008 y, una vez revisadas por la industria aeroespacial, ahora han quedado la mitad. “Ha sido un proceso de selección muy difícil. Todas las misiones contenían unas propuestas científicas muy fuertes”, comenta Lennart Nordh, miembro de la Comisión Nacional Sueca para el Espacio y presidente del SPC.
Sólo dos de los tres proyectos finalistas tendrán oportunidad de lanzamiento como misión de clase media o M. Un reto específico, del que el SPC es consciente, es garantizar que estas misiones entran dentro del presupuesto disponible. La decisión final se tomará una vez que terminen las actividades de la fase de definición, lo que está previsto suceda a mediados de 2011.
El telescopio SPICA
El SPC también ha decidido considerar en su próximo encuentro en junio si Europa participará en la misión SPICA, un telescopio espacial en infrarrojo liderado por la Agencia Espacial Japonesa JAXA.
SPICA proporcionará cobertura en el ‘eslabón perdido’ del espectro infrarrojo, entre la región que puede observar el telescopio Webb (ESA-NASA) y la zona visible del telescopio ALMA desde la Tierra. El nuevo telescopio centrará sus observaciones en las condiciones para la formación de planetas y las galaxias jóvenes lejanas.
“Estas misiones continúan el compromiso europeo de realizar ciencia espacial a nivel mundial, y demuestran que el programa Visión Cósmica (Cosmic Vision, -dentro del que se enmarcan-) de la ESA continúa enfocado a responder las cuestiones más importantes de las ciencias del espacio, explica David Southwood, Director de Ciencia y de Exploración Robótica de la ESA.