El naturalista Luis Iglesias será el protagonista este año del Día del Científico Galego, que se celebrará el 16 de junio. La Real Academia Galega de Ciencias aprobó por unanimidad la elección de Iglesias por su contribución a la entomología y a la lucha contra las plagas agrícolas causadas tanto por insectos como por hongos, con una especial atención a Galicia.
Luis Iglesias le da nombre al Museo de Historia Natural de la Universidad de Santiago de Compostela (USC), la colección de patrimonio histórico-científico más importante de Galicia, que ha previsto reabrir sus puertas en su nueva sede en fechas muy próximas, coincidiendo con esta celebración.
El museo había sido creado en el siglo XIX, pero después de una etapa de decadencia por el abandono de las autoridades universitarias y políticas recuperó su esplendor a principios del siglo XX en gran medida gracias a la aportación de Iglesias, que contribuyó con una colección de cerca de 6.000 insectos clasificados y documentados.
Aunque el acto académico conmemorativo se celebrará el 16 de junio, gracias a la colaboración de educaBarrié, la iniciativa de la Fundación Barrié para acercarse a la comunidad educativa, las actividades de difusión se extenderán a lo largo de todo el año, con especial atención al entorno escolar.
La Real Academia Galega de Ciencias (RAGC) organiza este año la séptima edición del Día do Científico Galego, con el que la comunidad científica gallega quiere homenajear a las figuras más destacadas de su historia, difundiendo su contribución para que la opinión pública pueda percibir, a través de los ejemplos más destacados del pasado, el prestigio actual de la investigación en Galicia y la necesidad de invertir recursos en ella para que su potencial sea cada vez mayor hacia el futuro.
Después de recordar en ediciones anteriores las figuras del matemático Enrique Vidal Abascal, del geógrafo Isidro Parga Pondal, del ingeniero agrónomo Cruz Gallástegui, del astrónomo Ramón María Aller Ulloa, del químico Antonio Casares y del humanista Padre Feijoo, este año se homenajea la figura más destacada de las Ciencias Naturales en Galicia.
La Fundación Barrié organizará varios espectáculos científicos relacionados con los hallazgos del investigador homenajeado para escolares y para público en general en la Facultad de Química de la USC durante el Día do Científico. También el 16 de junio se dará a conocer el nombre del ganador del test científico online sobre la figura de Luis Iglesias que la fundación ponen en marcha hoy mismo en su web. Además, la entidad elaboró una unidad didáctica dedicada a Iglesias y a su legado, que será distribuida en todos los centros de enseñanza de Galicia.
Hallazgos en la fauna gallega
Luis Iglesias Iglesias nació en la parroquia de Teis (Vigo, Pontevedra) en 1895 y falleció en la ciudad de Pontevedra en 1976. Aunque comenzó la carrera de Medicina en la Universidade de Santiago de Compostela por tradición familiar, pronto se sintió fuertemente atraído por las Ciencias Naturales, a las que finalmente orientó sus estudios a pesar de la oposición inicial por parte de su padre. Se licenció en Madrid en 1917 y de vuelta en Santiago completó también la carrera de Medicina, aunque sólo ejercería como médico en la guerra de Marruecos.
Mediante su tesis de doctorado, Iglesias fue el primer investigador en catalogar en España la familia de insectos conocidos como curculiónidos, formada por gorgojos y picudos. Su enumeración consiste en 135 géneros con 1.117 especies de estos insectos, muchos de ellos causantes de plagas muy perjudiciales para diferentes tipos de cultivos agrícolas. Este sería uno de los detonantes que orientaron más adelante la labor de investigación aplicada que Iglesias llevó a cabo para controlar y erradicar estas y otras plagas.
Después de doctorarse, el científico gallego completó su formación en Italia. Durante los años 30 hizo varias estancias de investigación en institutos de Nápoles, Roma, Florencia y Bolonia. En esta etapa se inició en los conocimientos que le permitirían acercar sus descubrimientos en el campo de los insectos (entomología) a las aplicaciones agrícolas.
A su regreso a Galicia, Iglesias ejerció como docente en el Instituto de Segunda Enseñanza de Santiago, donde en 1928 se hizo con la Cátedra de Historia Natural, Fisiología e Higiene, Geología y Biología. En 1932 conseguía la Cátedra de Biología General de la Facultad de Ciencias de Santiago, que ocupó hasta su jubilación en 1965.
Su labor investigadora sobre los insectos se fue centrando con el paso de los años en la fauna gallega, con descubrimientos significativos en el campo de los coleópteros, concretamente los de las familias Carabidae, Cerambycidae y Chrysomelidae. Son especialmente valiosos sus estudios sobre el comportamiento de estos y otros insectos, que documentó en obras como Escenas de lana venida de los insectos y La vida social en el hormiguero.
Lucha contra las plagas
Su trabajo sobre las langostas españolas, sus parásitos y los medios para combatirlas, junto con otro sobre las principales enfermedades de las plantas de interés agrícola y la manera de erradicarlas lo convirtieron en un entomólogo experto de referencia en la lucha contra las plagas de los insectos en el campo.
En este ámbito, Iglesias colaboró con la empresa Zeltia y dirigió el Laboratorio de Fitopatología y Consultorio de Plagas del Campo del Instituto de Estudios Regionales, que él mismo había ayudado a fundar. Durante cerca de treinta años, el científico prestó a través de este consultorio un servicio divulgativo y práctico al campo gallego en la lucha contra las enfermedades provocadas en los cultivos por insectos y hongos.
Iglesias fue miembro de la Real Academia Galega (RAG), desde donde participó en la creación de la Real Academia Galega de Ciencias (RAGC), de la que fue académico fundador. Además, fue rector de la USC en 1936, presidente del Seminario de Estudios Galegos (SEG) y también el primer presidente del Patronato Rosalía de Castro. También le fue otorgada la Gran Cruz de Alfonso X El Sabio.
Su labor investigadora y divulgadora fue reconocida por la USC en 1965, cuando se acordó ponerle su nombre al Museo de Historia Natural de la universidad. Iglesias se puso al frente de él y continuó la labor de recuperación y desarrollo de la colección iniciada por su mentor, Antonio García Varela.
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