Científicos del departamento de Biología de la Universidad de Cádiz han identificado nuevos compuestos fenólicos de la angiosperma marina Cymodocea nodosa, según publica la revista Plos One. Estas plantas viven sumergidas en el mar y son muy beneficiosas para nuestro nuestro entorno, sin embargo, también se encuentran entre los ecosistemas más amenazados del mundo como consecuencia de la presión humana.
Las angiospermas marinas son un grupo único de plantas con flores que se han adaptado para vivir totalmente sumergidas en el mar desde hace 40 millones de años. Forman densas y productivas praderas y proporcionan un gran número de funciones y servicios ecosistémicos como la regeneración de nutrientes, la mejora de la calidad del agua, la protección de la costa, la creación de hábitats de cría (incluyendo especies de relevancia económica) y enterramiento de CO2.
Sin embargo, a pesar de lo beneficiosas que son para nuestro nuestro entorno, las fanerógamas marinas también se encuentran entre los ecosistemas más amenazados del mundo como consecuencia de la presión humana con una tasa de declive global del 7% anual y con casi el 14% de todas las especies en riesgo de extinción.
La preocupación por estos ecosistemas ha ido creciendo con los años entre la comunidad investigadora. Desde la Universidad de Cádiz (UCA), científicos del departamento de Biología y pertenecientes al grupo EDEA han publicado un estudio, en la revista Plos One, en el que evalúan los efectos producidos por los factores relacionados con el cambio global –como son el aumento de las temperaturas y acidificación–y local –eutrofización mediante aumento en las concentraciones de amonio– sobre un amplio abanico de propiedades de las hojas de la angiosperma marina Cymodocea nodosa, que incluyen rasgos estructurales, nutricionales, biomecánicos y químicos.
Este proceso evidencia cada vez más “los efectos indirectos que el cambio climático puede generar sobre los procesos ecológicos. Nuestro trabajo aporta nuevos hallazgos sobre el efecto de este cambio global en los factores que regulan las interacciones entre las plantas y sus consumidores”, explica la primera autora del artículo e investigadora de la UCA Rocía Jiménez-Ramos.
Asimismo, a lo largo de este trabajo se ha presentado la identificación de nuevos compuestos fenólicos para esta especie, convirtiéndose en una de las contribuciones más recientes al estudio químico de las angiospermas marinas.
Los resultados más significativos de este trabajo muestran como el cambio climático incrementa las tasas de consumo de las plantas marinas por la modificación de las propiedades de sus hojas. Este hallazgo sugiere que un escenario futuro de cambio global podría desencadenar grandes transformaciones en los procesos de herbivoría* en comunidades de angiospermas marinas, con importantes implicaciones en la resiliencia de los ecosistemas formados por estas plantas.
Referencia bibliográfica:
Jiménez-Ramos R, Egea LG, Ortega MJ, Hernández I, Vergara JJ, Brun FG (2017) “Global and local disturbances interact to modify seagrass palatability”. PLoS ONE 12(8): e0183256. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0183256