La expedición internacional Biodiversidad Global de Calcificadores Planctónicos Marinos ha aportado nuevas evidencias sobre este fenómeno, un proceso relacionado con el cambio climático que implica la progresiva invasión de aguas atlánticas en el océano Ártico.
Esta relación entre algunos corales y sus algas fotosintéticas se remonta al menos al Devónico. Se trata de un dato importante para comprender los primeros ecosistemas de los arrecifes.
La investigación internacional, liderada por el Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social, explica que el paisaje estaba dominado por un ambiente árido, pero con diversidad de hábitats. Este último hecho pudo facilitar la ocupación de este territorio por parte de los mamíferos.
Hoy se publica un artículo en Science que revela que las consecuencias de esta extinción son mucho mayores de lo que se creía, ya que cuando desaparecen especies se pierde también su papel en el ecosistema, como polinizar, dispersar semillas y controlar plagas.
Un trabajo, con participación del CSIC, indica que estos cambios dependen de la deforestación, el calentamiento global, la duración de la estación seca y la disminución de las lluvias.
En España existen dos subespecies de esta ave, en el Pirineo y en la cordillera Cantábrica, ambas en declive en las últimas décadas. El primer estudio sanitario de las pirenaicas ha detectado parásitos relacionados con la malaria aviar, así como un nuevo herpesvirus.
Investigadores del CSIC han creado Plantimpactseurope, una plataformande libre acceso, que incluye información de 104 especies invasoras de 29 países europeos.
Un estudio internacional liderado por el CREAF determina que la biodiversidad del sotobosque europeo se ha mantenido estable en los últimos 40 años, aunque ha habido extinciones y nuevas aportaciones a escala local. Brezos, leguminosas y orquídeas han perdido especies. Sin embargo, amarantas, juncias y rosas las han ganado.
Las consecuencias de un sismo de gran magnitud no terminan cuando se atiende la emergencia humana y material. Visitamos Valdivia y Chiloé, en el sur del país, que estuvieron entre las zonas más afectadas por el mayor terremoto de la historia, cuyos efectos en las comunidades y los ecosistemas siguen vigentes.
Estos ecosistemas costeros están en riesgo por el calentamiento global. Su función es esencial para sistemas insulares, ya que reducen la energía de las olas, protegen las costas y proporcionan hábitats a distintas especies.