El Servicio de Genética Forense de la Universidad de Santiago (USC), que dirige Mª Victoria Lareu Huidobro, está integrado en el Instituto Universitario de Medicina Legal de la USC, dirigido por Ángel Carracedo. Trabajan, entre otras líneas de investigación, en el análisis de regiones del ADN implicadas en la pigmentación humana con fines forenses y de investigación criminal.
Este proyecto está coordinado por los investigadores Mª Victoria Lareu Huidobro y Chris Phillips. Señalan que se centran “en el análisis genómico de SNPs, marcadores genéticos que presentan una variación de una sola base”. Tal como explican, “el genoma humano es muy parecido en todos los individuos, excepto algunas zonas que nos diferencian unos de otros. Así, si en el genoma hay ADN de 3.000 millones de pares de bases, se trata de buscar aquellas regiones que puedan ser diferentes entre las personas, que muestren una variabilidad, ya que en Genética Forense se necesitan marcadores que puedan individualizar”. Por ejemplo, si en un caso sólo se dispone de una mancha de sangre, se trata de conocer la probabilidad de que provenga de un determinado individuo.
Los investigadores buscan regiones del ADN implicadas en la pigmentación humana, es decir, que definan el color de los ojos, del cabello y de la piel. Esto es interesante en el campo de la Genética Forense porque su labor se centra en aportar información a los jueces o a la policía, en particular en aquellos casos en los que la única prueba es una muestra biológica, como sangre o semen.
Procedencia geográfica de un individuo
Los expertos de la Universidad de Santiago también pueden ofrecer datos sobre la procedencia de un sospechoso o de un cadáver, analizando las regiones del ADN que determinan el origen geográfico. En esta línea, tal como afirma Phillips, “con los SNPs que estamos analizando podemos indicar a qué grupo de población pertenece un individuo entre cinco grupos: europeo, asiático, africano-subsahariano, nativo-americano o de Oceanía”.
El equipo de la USC aplica sus logros en este campo a la búsqueda de personas implicadas en ataques masivos, como fue el atentado terrorista del 11-M. En este caso su labor consistió en dilucidar el origen geográfico de un sospechoso a partir de una muestra de ADN, puesto que no estaba claro si era europeo o norteafricano, ya que estos grupos de población son muy similares.
Colaboración con Scotland Yard en la resolución de un caso
El equipo participa en casos policiales relevantes, incluso de alcance internacional. Así, han colaborado recientemente con Scotland Yard para tratar de capturar a un violador que llevaba muchos años agrediendo a mujeres mayores. La única prueba de la que disponía la policía inglesa era una muestra de semen y trataban de confirmar si era cierto lo que los testigos decían. El problema era que el individuo atacaba por la noche, cubierto con una máscara.
Al hacer el análisis del SNP de origen geográfico y de ancestralidad, los resultados de los investigadores gallegos concluían que se trataba de un individuo africano con una pequeña mezcla de europeo y de nativo-americano, lo que indicaba que no era puramente africano. En cuanto a su procedencia, lo situaban en la zona del Caribe. Sin embargo, uno de los testigos aseguraba que tenía la piel blanca. Pero cuando lo detuvieron se confirmó que era negro y de procedencia caribeña.
Saber si un individuo tiene los ojos azules o si es pelirrojo
Los hallazgos del grupo se aplican en otros casos como la identificación de personas desaparecidas, cadáveres deteriorados, ataques terroristas, grandes catástrofes naturales, desaparecidos de la Guerra Civil… Desde el punto de vista genético, pueden aportar los siguientes datos de un individuo: el sexo, el origen geográfico, si tiene los ojos azules o no, y si es pelirrojo o no. Para ello emplean SNPs en diferentes regiones del genoma que definen estas características físicas. También pueden analizar si una persona tiene tendencia a ser calva.
Los grandes avances del equipo se centran en las regiones del ADN que indican el origen geográfico, que ya se están empezando a emplear en otros laboratorios. Además, trabajan con SNPs de identificación individual, que permiten excluir a un sospechoso o dar una probabilidad alta en los casos de identificación de personas.
El equipo exporta sus resultados a otros laboratorios
Los investigadores de la USC destacan que la investigación en el campo de la Genética Forense pasa por muchos controles de calidad hasta que se puede aplicar a casos reales. En esta línea, el equipo de la Universidad de Santiago forma parte de diversos grupos de expertos internacionales y en el propio equipo cuentan con investigadores procedentes de diferentes países, lo que les permite implementar las técnicas que desarrollan en otros laboratorios.
Además de los directores del proyecto, Mª Victoria Lareu Huidobro y Chris Phillips, en el mismo participan también Manuel Fondevila, Olalla Maroñas, Yarimar Ruiz (Venezuela) y Jens Söchtig (Alemania).