Un total de 110 premios nobel han firmado ya una carta dirigida a Greenpeace, así como a las Naciones Unidas y a los gobiernos de todo el mundo, para que cesen las campañas antitransgénicos. “¿Cuántas personas pobres en el mundo deben morir antes de considerar esto un crimen contra la humanidad?”, dice el escrito.
Una carta dirigida a los líderes de Greenpeace, las Naciones Unidas y a los mandatarios de todo el planeta, firmada por 110 premios nobel en los campos de la física, la química, la economía y la medicina, hace un llamamiento para que se ponga fin a las campañas contra los transgénicos, y en particular contra el arroz dorado. Este alimento fue creado para evitar la ceguera infantil y el texto enfatiza el potencial que tiene "de reducir o eliminar gran parte de la muerte y la enfermedad causada por una deficiencia de vitamina A”, cuyo mayor impacto se centra en las personas más pobres de África y el Sudeste Asiático.
“Instamos a Greenpeace y sus seguidores a volver a examinar la experiencia de los agricultores y los consumidores en todo el mundo con cultivos y alimentos mejorados mediante la biotecnología, para que reconozcan las conclusiones de los organismos científicos competentes y los organismos reguladores, y abandonen su campaña contra los organismos modificados genéticamente en general, y el arroz dorado en especial”, apunta el texto.
La Organización Mundial de la Salud estima que 250 millones de personas sufren carencia de esta vitamina, de los cuales un 40% son niños menores de cinco años de los países en desarrollo.
“Hay que hacer todo lo posible para oponerse a las acciones de Greenpeace y acelerar el acceso de los agricultores a todas las herramientas de la biología moderna, especialmente a las semillas mejoradas a través de la biotecnología. La oposición basada en la emoción y el dogma, en contradicción con los datos, debe pararse. ¿Cuántas personas pobres en el mundo deben morir antes de considerar esto un crimen contra la humanidad", concluía la carta.
El Programa de Alimentación y Agricultura de las Naciones Unidas asegura que la producción mundial de alimentos, piensos y fibra deberá duplicarse en 2050 para satisfacer las demandas del aumento de la población mundial.
Reacción de Greenpeace ante las acusaciones
La organización ecologista ha respondido a esta petición asegurando que el arroz dorado “ni siquiera existe”. "El arroz dorado ha fallado como una solución y no está actualmente disponible para la venta, incluso después de más de 20 años de investigación”, dice en un comunicado de Greenpeace Wilhelmina Pelegrina, responsable de agricultura del Sudeste de Asia.
La activista añade: “Este costoso experimento no ha logrado producir resultados en los últimos 20 años además y ha desviado la atención de métodos que sí funcionan. En lugar de invertir en este ejercicio sobrevaluado de relaciones públicas, tenemos que hacer frente a la desnutrición a través de una dieta más diversa, el acceso equitativo a la alimentación y la agricultura ecológica”.