El joven investigador ovetense y doctor en Biología Ángel Manteca Fernández ha logrado nada menos que 1,3 millones de euros del Consejo Europeo de Investigación para formar un equipo investigador propio y continuar investigando durante los próximos cinco años en la Universidad de Oviedo. La materia de estudio merecedora de tales atenciones son las bacterias del grupo Streptomyces, que pese a utilizarse ya ampliamente en biomedicina, se revelan como un campo renovado a raíz del trabajo del joven microbiólogo, que ha contribuido a conocer mejor cómo y cuándo estas bacterias producen los principios activos que las hacen tan interesantes. Con ello se abre la puerta a localizar nuevos compuestos en cepas bacterianas que habían sido descartadas por improductivas.
Ángel Manteca, en el laboratorio. Foto: Universidad de Oviedo.
Carlos López-Otín (izquierda), y Elías Campo, en la Universidad de Oviedo. Foto cedida por C. L. O.
Un equipo español de 40 investigadores del Consorcio Español del Genoma de la Leucemia Linfática Crónica, dirigido por el Dr. Carlos López-Otín, de la Universidad de Oviedo y el Dr. Elías Campo, del Hospital Clínic y la Universidad de Barcelona, ha abierto nuevas vías en la investigación sobre el cáncer al secuenciar la parte codificante de los genomas de más de cien pacientes, así como de sus tumores. La revista Nature Genetics publica hoy los resultados de la investigación.
Son lentas, ciegas y antiguas, pero la Evolución las ha compensado convirtiéndolas en “gigantes de mentira”. Es la estrategia que utilizan las medusas para conseguir alimento, y tras 500 millones de años resulta ser tan efectiva como el desarrollo de ojos y la natación rápida por parte de los peces. José Luis Acuña, profesor de la Universidad de Oviedo; Ángel López-Urrutia, investigador del Centro Oceanográfico de Gijón-IEO; y Sean Colin, de la Roger Williams University (EE UU) desvelan en la revista Science los entresijos de la evolución de estos poco estudiados animales y lo delicado de su equilibrio con los peces.
Las medusas compiten con los peces en igualdad de condiciones pese a su ceguera y su lentitud. Así lo revela un trabajo liderado por la Universidad de Oviedo y el Instituto Español de Oceanografía (IEO), que además, alerta sobre el riesgo de un cambio en el ecosistema marino por la sobreexplotación pesquera.
Alteraciones nucleares en células de pacientes con envejecimiento acelerado hereditario. Foto cedida por los investigadores.
Un estudio español basado en la secuenciación del genoma de pacientes con progeria ha permitido identificar una nueva forma hereditaria de esta enfermedad y descubrir el gen mutante responsable de su desarrollo. La investigación, que publica hoy la revista American Journal of Human Genetics, es la primera de este tipo en España y proporciona nuevas claves sobre los mecanismos moleculares del envejecimiento humano.
Por primera vez a escala internacional han seguido por el organismo de forma exhaustiva elementos traza esenciales sin alterar las condiciones metabólicas normales. Han sido los investigadores del Grupo de Espectrometría Analítica de la Universidad de Oviedo que dirige Alfredo Sanz Medel, en colaboración con el grupo del servicio de Neonatología que coordina el doctor José López Sastre en el Hospital Central de Asturias (HUCA). De esta colaboración ha surgido una novedosa técnica de análisis que han ensayado en ratones lactantes y que permite establecer qué cantidad de elementos esenciales presente en el alimento se ha absorbido y qué forma química se absorbe mejor, además de la ruta que ha seguido por el cuerpo.
De izquierda a derecha, Alfredo Sanz Medel, José López Sastre y María Luisa Fernández Sánchez. Foto: FICYT.