Icono pop de la ciencia, padre de la física moderna y ‘la persona del siglo’ según la revista Time. Son numerosos los clichés para referirse a Albert Einstein, pero pocos saben que un año después de abandonar su país a finales de 1932 impulsó en EEUU la creación de una rama de la Asociación Internacional de Socorro. Su motivación: apoyar a los europeos a escapar, como él, del nazismo.
El 25 de noviembre de 1915, Albert Einstein presentó la formulación definitiva de su teoría de la relatividad general, introduciendo el misterioso concepto de la curvatura del espacio-tiempo. Con la ayuda del físico Roberto Emparan, profesor ICREA de la Universidad de Barcelona, nos adentramos en los entresijos de esta teoría, que superó a su creador al plantear la existencia de objetos en los que no creía: los agujeros negros.
Cuando una estrella colapsa formando un agujero negro, se produce una singularidad espaciotemporal donde no funcionan las leyes de la Física. En 1965 Sir Roger Penrose presentó un teorema donde relacionaba esa singularidad con las denominadas ‘superficies atrapadas’, que encogen con el paso del tiempo. Ahora se celebra el aniversario de aquel planteamiento, uno de los resultados de la teoría de la relatividad general.
El viscoso camino del Big Bang al Big Rip. / Jeremy Teaford, Vanderbilt University
El 18 de abril de 1955, justo hace ahora 60 años, murió Albert Einstein, el científico más popular del siglo XX. El aniversario coincide este año con el centenario de su teoría de la relatividad general, que presentó en 1915 ante la Academia Prusiana de las Ciencias. Tres físicos españoles valoran para Sinc la figura de este genio y su famosa teoría, que cambió para siempre nuestra visión del espacio, el tiempo y el universo.
Hace 50 años, se predijo que la luz de una explosión estelar podría seguir varios caminos a la vez alrededor de una lente gravitacional. Los astrónomos acaban de encontrar ese escenario en un cúmulo de galaxias, donde la luz de una remota supernova se presenta en cuatro imágenes en forma de cruz frente al telescopio espacial Hubble. El hallazgo ayudará a medir la expansión cósmica y poner a prueba la teoría de la relatividad general de Einstein, que ahora cumple cien años.
La luz intermitente que emiten los púlsares, los relojes más precisos del universo, sirve a los científicos para verificar la teoría de la relatividad de Einstein, sobre todo cuando estos objetos se emparejan con otra estrella de neutrones o una enana blanca e interfiere su gravedad. Pero esta teoría se podría analizar mucho mejor si se encontrara un púlsar con un agujero negro, salvo en dos casos puntuales, según informan investigadores de España y la India.
Descubrir un pulsar orbitando un agujero negro podría ser el ‘santo grial’ para testear la gravedad. / SKA Organisation/Swinburne Astronomy Productions
Investigadores de la Universidad de Copenhague (Dinamarca) han medido la luz procedente de cúmulos de galaxias lejanos y los resultados coinciden con los predichos por la teoría de la relatividad de Einstein para el llamado 'corrimiento al rojo gravitacional'. El estudio también apoya la existencia de materia oscura en el universo.