Un equipo de investigación con participación española ha revelado que el sexo biológico afecta a la forma en la que actúan los genes en casi todos los tejidos. Entre hombres y mujeres existen muchas y pequeñas de estas diferencias moleculares, que están implicadas en la grasa corporal y el cáncer. El hallazgo podría contribuir a la medicina personalizada con terapias o dosis específicas. Es uno de los trece trabajos que hoy publica el consorcio internacional GTex.
Las personas que siguen una alimentación mediterránea tienen un acortamiento más lento de los telómeros, unas secuencias de ADN relacionadas con la esperanza de vida. Este trabajo supone el análisis más amplio realizado hasta ahora que muestra una asociación beneficiosa entre ambos parámetros.
El equipo de María Blasco en el CNIO muestran cómo el tratamiento con rapamicina, una estrategia antienvejecimiento que alarga la vida en ratones normales, es dañina cuando los animales poseen telómeros cortos en sus cromosomas. El hallazgo ayuda a entender enfermedades como la anemia aplásica y la fibrosis pulmonar.
Frenar el crecimiento del glioblastoma en modelos de ratón bloqueando a la proteína TRF1, componente esencial de la estructura que protege a los telómeros. Eso es lo que han conseguido investigadores del CNIO, que han descrito una nueva y prometedora forma de combatir este tumor cerebral, uno de los más letales y difíciles de tratar. Los resultados se publican en Cancer Cell.
Investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas han publicado un estudio que describe el papel de TRF1, protector de los telómeros, en la pluripotencia. El hallazgo, publicado en Nature Communications, sirve para identificar la población de células madre en los tejidos.
Un estudio realizado en ratones concluye que aquellos con una ingesta calórica reducida acumulan telómeros más largos, ven disminuida su incidencia de cáncer y muestran un mejor estado de salud. El trabajo se publica esta semana en la revista ‘PLOS ONE’.
Javier Benítez, investigador del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), fue uno de los protagonistas del Simposio Internacional “Los próximos 20 años en la investigación de los telómeros”, celebrado esta semana en la Fundación Ramón Areces de Madrid. En su especialidad, la relación de la longitud de los telómeros y el cáncer hereditario de mama y ovario, ha aparecido un nuevo invitado: el fenómeno de anticipación en el diagnóstico.
Un estudio de la Universidad de Los Ángeles (EE UU) revela que una sustancia química derivada de la raíz del Astragalus, utilizado con frecuencia en la medicina herbal china, puede mantener la capacidad de división de las células inmunitarias evitando el acortamiento progresivo de los telómeros. Esto podría convertirla en un arma en la lucha contra el VIH al conservar la capacidad de estas células en la lucha contra la enfermedad.
La edición digital de la revista Nature Structural & Molecular Biology publicó ayer, con antelación a la edición impresa, un artículo del grupo de Telómeros y Telomerasa dirigido por María A. Blasco en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO).