El desarrollo urbano de los humanos se solapa con el hábitat de animales y plantas silvestres, y crea entornos que degradan los paisajes naturales. Entre las consecuencias destacan la proliferación de mosquitos, y la reducción de la cantidad de alimento para los peces. En relación a la gestión de las aguas urbanas, ecólogos estadounidenses han presentado, durante la Reunión Anual de la Sociedad Ecológica de Norteamérica, los resultados de sus investigaciones que pretenden equilibrar a una sociedad urbanizada con la protección de los ecosistemas acuáticos. Los ‘tejados verdes’ serían una solución.