Más allá de Plutón podrían existir al menos dos planetas desconocidos en nuestro sistema solar. / NASA/JPL-Caltech
Más allá de Plutón podrían esconderse al menos dos planetas desconocidos, cuya influencia gravitacional determina las órbitas y la extraña distribución de objetos que se observan detrás de Neptuno. Así lo revelan los cálculos astronómicos efectuados por investigadores de la Universidad Complutense de Madrid y la Universidad de Cambridge. La confirmación de esta hipótesis supondría toda una revolución en los modelos sobre el sistema solar.
La Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA) ha lanzado hoy la sonda Hayabusa 2 desde el centro espacial de Tanegashima, al suroeste del país. La nave recorrerá 300 millones de kilómetros para posarse en un asteroide llamado 1999 JU3, recoger muestras y traerlas de vuelta a la Tierra en 2020. Los resultados ofrecerán nuevos datos sobre el origen del sistema solar y la vida en la Tierra.
El instrumento SO/PHI, coliderado por el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC), girará en torno al Sol a bordo de la misión Solar Orbiter. Este proyecto de la Agencia Espacial Europea pondrá un satélite alrededor de nuestra estrella para estudiar sus características físicas y la influencia solar en el medio interplanetario.
Hace unos 470 millones de años ocurrió una gran catástrofe cósmica en el sistema solar: un asteroide de unos 200 km de longitud se rompió en fragmentos, dos de los cuales viajaron juntos 12 millones de años hasta impactar en la Tierra los dos a la vez. Lo hicieron en lo que hoy es Suecia, creando los cráteres Lockne y Målingen. Ahora un geólogo del Centro de Astrobiología ha encontrado las evidencias, en lo que constituye el primer caso confirmado de impacto de asteroide binario en nuestro planeta.
La nave Rosetta se acerca cada vez más al cometa 67P, donde el próximo 12 de noviembre lanzará la sonda Philae que transporta. Se trata del primer intento de descenso controlado a un cometa, según acaba de aprobar y confirmar la Agencia Espacial Europea (ESA).
La sonda Stardust de la NASA recolectó hace una década muestras de polvo en el espacio. Desde entonces se analiza con la ayuda de los 700 voluntarios del proyecto Stardust@home, que desde su casa han colaborado con los científicos para examinar el material. Ahora publican juntos en Science los primeros resultados, donde aparecen evidencias de siete partículas que seguramente vengan de más allá del sistema solar.
Imagen del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko tomada por Rosetta. / ESA
Después de una década persiguiendo su objetivo, la sonda Rosetta de la Agencia Espacial Europea (ESA) se acaba de convertir en la primera nave espacial que se encuentra con un cometa: 67P/Churyumov-Gerasimenko. La compleja maniobra de entrada en órbita ha ocurrido esta mañana cuando los dos objetos estaban a unos 100 km de distancia. Ahora viajan juntos a casi 55.000 km/h entre las órbitas de Júpiter y Marte.
Un equipo internacional de 25 investigadores ha empezado a recibir los datos de la sonda Rosetta en el Centro Europeo de Astronomía Espacial (ESAC) que tiene la de la ESA en Madrid. La nave llegará este verano al cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, que ya ha entrado en actividad sublimando material helado.