Según un nuevo análisis publicado en The Lancet, de los 2,3 millones de mujeres que mueren prematuramente por enfermedades oncológicas cada año, 1,5 millones de vidas podrían salvarse con la eliminación de factores de riesgo y la detección y el diagnóstico precoces. Otras 800 000 muertes podrían evitarse si ellas tuviesen acceso a una mejor atención médica.
La mayor tasa de mortalidad entre las parturientas afrodescendientes en el continente americano se atribuía a sus estilos de vida y predisposiciones hereditarias, pero un estudio del Fondo de Población de Naciones Unidas revela que estas mujeres son sistemáticamente desatendidas o maltratadas, lo que se traduce en embarazos y partos complicados. El racismo y el sexismo están detrás de esta situación.
Soledad Torres Guijarro (Madrid, 1968) investiga en la actualidad la contaminación acústica en los ecosistemas submarinos y cómo reducirla. Pero esta experta en telecomunicaciones ha realizado una gran diversidad de proyectos a lo largo de su carrera, desde crear un sistema automático de la lengua de signos de términos médicos, hasta una herramienta que identifica mensajes de odio en redes sociales.
Este 5 de marzo ha fallecido a los 88 años el prestigioso biólogo evolutivo Francisco Ayala, que recibió la Medalla Nacional de Ciencia en EE UU. Desarrolló la mayor parte de su carrera en la Universidad de California en Irvine, pero perdió sus cargos tras varias denuncias por acoso sexual.
A lo largo de la historia a las mujeres se les han sobrediagnosticado dolencias y síndromes ya descartados, principalmente psiquiátricos, desde la histeria a la ninfomanía. Este retrato distorsionado, que vivió una edad de oro en el siglo XIX, se ha cuestionado en las últimas décadas por la comunidad investigadora.
Concha Monje trabaja en el desarrollo del robot humanoide TEO, al que ahora está implantando innovaciones de robótica blanda para hacerlo más versátil. Además, esta investigadora y profesora de la Universidad Carlos III de Madrid está muy comprometida con la promoción de la visibilidad de la mujer en ciencia y tecnología.
Abusos, comportamientos sexistas, discriminación o comentarios de menosprecio perjudican la carrera de las investigadoras y hacen que muchas abandonen. El problema no es nuevo. Sin embargo, en los últimos años, las denuncias de acoso sexual de científicas y académicas se están tomando en serio.
Las cuarentenas escolares y las tareas domésticas están suponiendo una pesada losa, en especial, para las mujeres. La médica Carme Valls, autora del libro Mujeres invisibles para la medicina, alerta de los riesgos que esta sobrecarga está teniendo en su salud mental, ya maltrecha en un mundo sexista. La experta pide que se escuche a las mujeres y que se incluya la visión de género en la práctica médica y en toda investigación.
Los algoritmos de inteligencia artificial y big data fomentan el machismo, el racismo y el clasismo, asegura esta profesora de Ciencia y Planificación Urbana en el MIT, que es también una activista de género y una hacker con el apodo de kanarinka. En su libro Data Feminism ofrece pautas para desvelar y contrarrestar estos sesgos discriminatorios.
En su libro Inferior la periodista científica británica Angela Saini desmonta los prejuicios biológicos sobre las mujeres y examina cómo la ciencia las ha infravalorado desde que Darwin afirmara que eran inferiores intelectualmente. De forma amena y rigurosa blande centenares de estudios para mostrar que los tópicos sexuales, físicos y mentales son injustos.