La información recogida por el satélite SMOS de la Agencia Espacial Europea (ESA) confirma que esta primavera ha sido excepcionalmente seca en Europa occidental en comparación con la de 2010. Así lo muestran los últimos datos, que también son de gran utilidad en aplicaciones destinadas a los ámbitos de la agricultura y la hidrología.
Investigadores de la UPM, en colaboración con el INIA y el SERIDA, encuentran variabilidad genética entre poblaciones de Pino resinero que puede determinar la capacidad de adaptación de la especie frente a cambios climáticos.
Investigadores estadounidenses demuestran en un estudio que publica esta semana la revista Science que los ríos y cursos de agua de todo el mundo, sustento vital de los ecosistemas, se están secando debido al consumo humano y al cambio climático. Como consecuencia, la variabilidad natural de los cursos fluviales y las redes alimentarias se ven alteradas.
La historia de la climatología en el Levante peninsular ibérico, en la que se alternan los períodos de sequía con las tormentas y temporales, se repite desde siglos atrás, por lo que es posible prever estos acontecimientos para poner en marcha técnicas con las que hacerle frente y minimizar su impacto.
Investigadores españoles han desarrollado un nuevo índice de sequía que considera los efectos de la pluviosidad y el calentamiento térmico, lo que permite cuantificar los efectos del calentamiento global. El indicador, llamado Índice Estandarizado de Precipitación y Evapotranspiración (SPEI, en sus siglas en inglés), cuantifica de forma numérica la intensidad, magnitud y duración de la sequía, además de su extensión superficial, momento de inicio y final.
Los efectos de la carencia de agua en el mundo.
Investigadores estadounidenses presentan, en el último número de Science, un registro de 700 años de variabilidad monzónica en Asia a partir del estudio de los anillos de los árboles en más de 300 lugares diferentes. El atlas de la sequía en la Asia monzónica (MADA, en sus siglas en inglés) permitirá entender mejor la variabilidad monzónica del pasado y del futuro en un contexto de cambio climático global.