Investigadores de varias universidades andaluzas han ideado una forma de integrar nanotubos de carbono en vigas y estructuras de hormigón, lo que puede ayudar a controlar el deterioro de las grandes infraestructuras públicas. El avance se enmarca dentro del diseño de nuevas estructuras inteligentes capaces de dar información sobre su estado estructural en tiempo real.
Investigadores de la Universidad Pública de Navarra han diseñado dos tipos de sensores cuyas tecnologías permiten obtener, mediante métodos novedosos y menos costosos, información sobre el estado hídrico del viñedo. El primero aporta datos sin entrar en contacto con la planta y el segundo es un sensor magnetoelástico que indica cómo está creciendo la vid.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Valencia y la Universidad de Granada han creado un sistema de bajo coste que detecta síntomas de fatiga y distracción en los conductores, por lo que puede ayudar a prevenir posibles accidentes en carretera. Incluye una serie de sensores para monitorizar al conductor y dispositivos acústicos de alerta.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid y de la Universidad Complutense de Madrid han desarrollado una metodología con sensores inalámbricos que predice las crisis en enfermedades crónicas con mayor antelación que hasta ahora. El equipo ha conseguido aumentar hasta 40 minutos el tiempo de detección anticipada de migrañas.
Las porfirinas, las mismas moléculas que transportan el oxígeno en la hemoglobina y absorben la luz durante la fotosíntesis, se pueden unir al material del futuro, el grafeno, para dotarlo de nuevas propiedades. Lo acaba de demostrar un equipo de científicos de la Universidad Técnica de Múnich en el que participa una investigadora española. Las estructuras híbridas resultantes se podrían aplicar en el campo de la electrónica molecular y el desarrollo de nuevos sensores.
Un sonajero, una torre de cubos, el juego de las espigas y una pelota, todos ellos con sensores incorporados, son los primeros juguetes diseñados en un proyecto en el que participa la Universidad de Alcalá. El objetivo es que sirvan de apoyo en la detección precoz de desfases en el desarrollo de niños pequeños.
Científicos de la Universidad Autónoma de Madrid y el Instituto de Ciencias de Materiales de Madrid han desarrollado un biosensor enzimático que, gracias a la incorporación de partículas de diamante, logra determinar con una gran sensibilidad concentraciones de lactato en alimentos y muestras médicas. El lactato es la forma ionizada del ácido láctico y sus estudios son de interés en campos como la biomedicina y la alimentación.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Valencia y otros centros europeos han creado un prototipo de robot vitícola que navega de forma autónoma por los viñedos para informar sobre el estado de las uvas y el mejor momento para cosecharlas. El vehículo está equipado con paneles solares, baterías, carrocería biodegradable y sensores de fluorescencia, visión artificial y ultrasonidos.
Los materiales bidimensionales son buenos candidatos para revolucionar el mundo de la electrónica hacia dispositivos transparentes y flexibles. Científicos de la Universidad Autónoma de Madrid y el IMDEA han desarrollado un método muy sencillo para sintetizar trióxido de molibdeno, un material 2D flexible y transparente, a escala de centímetros y emplearlo en sensores de radiación ultravioleta y fotodetectores autoalimentados.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Valencia han desarrollado EcoSensor, un equipo sencillo compuesto de sensores para registrar contaminantes del aire, dispositivos de comunicación y servidores en la nube. Se puede llevar a cuestas o en una bicicleta, y sus datos, con la ayuda de una aplicación y un smartphone, permiten conocer la calidad del aire en cualquier punto de una ciudad.