El estudio, en el que participaron más de mil madres y sus hijos de seis países europeos —entre ellos, España—, muestra diferentes resultados en función del sexo. Hoy la prevalencia del síndrome metabólico está en ascenso, y actualmente afecta a 1/4 de la población adulta, con tendencias al alza evidentes incluso entre los jóvenes.
Alimentarse de forma restringida en el tiempo –un fenómeno conocido como ayuno intermitente– posee ciertos beneficios para las personas con síndrome metabólico, un grupo de trastornos que aumenta el riesgo de enfermedad cardiaca y diabetes tipo 2. Eso sí, se necesitan estudios más grandes antes de que llegue a las consultas.
Por primera vez, un estudio analiza el vínculo a largo plazo entre el verdor alrededor de la vivienda y un conjunto de afecciones que incluye la obesidad o la hipertensión. La relación podría estar mediada por las oportunidades que ofrecen los espacios verdes para realizar actividad física, así como la mitigación de la exposición a la contaminación del aire.
Un estudio publicado en Nature Communications relaciona las alteraciones del metabolismo y los mecanismos moleculares del cáncer hepático. Los investigadores esperan que esta ruta abra nuevos modos de intervención para reducir la progresión de la enfermedad y el desarrollo de cáncer en pacientes con hígado graso no alcohólico.
Investigadores de la Universidad de Jaén han demostrado en ratones los beneficios de una dieta rica en aceite de oliva virgen extra como modulador de la microbiota intestinal, en comparación con los efectos de una dieta enriquecida en mantequilla, que desarrolla en mayor medida factores implicados en el síndrome metabólico. Los resultados han sido publicados en la revista Plos One.
Ciertos contaminantes químicos acumulados en el organismo humano, incluyendo plaguicidas y compuestos químicos industriales, están relacionados con un incremento del daño oxidativo en el tejido graso. Así concluye una investigación liderada por científicos españoles que, tras 10 años de seguimiento, observaron que tener una mayor exposición a dos plaguicidas organoclorados se asociaba con un mayor riesgo de síndrome metabólico.
Investigadores españoles han evaluado el comportamiento dinámico del síndrome metabólico –un grupo de factores que aumentan el riesgo de desarrollar una enfermedad cardíaca y diabetes tipo 2–. Los resultados apuntan a la alteración de la glucosa y la hipertensión arterial como biomarcadores predictores de su aparición.
Una vida más longeva y un aumento del sedentarismo dan lugar a una mayor prevalencia de enfermedades metabólicas como el síndrome metabólico. Un estudio, liderado por la Universidad Politécnica de Madrid, ha permitido analizar los beneficios que se obtienen a través del ejercicio aeróbico interválico en pacientes adultos activos que padecen este trastorno.
Un equipo de investigadores españoles ha descrito marcadores de oxidación para comprender mejor cómo se produce el síndrome metabólico, que afecta al 20% de la población española. Estos marcadores podrían ser utilizados en la práctica clínica para identificar precozmente a personas con elevado riesgo de enfermar en las que actuar pronto para evitar las consecuencias nocivas de este síndrome.
Beber más de cinco vasos por semana de bebidas azucaradas o edulcoradas, incluidas las bebidas light y los zumos de fruta, aumenta la obesidad abdominal, la hipertensión arterial y los niveles de triglicéridos en sangre, y reduce el colesterol bueno. Son las principales conclusiones de una investigación realizada con 1.868 personas de entre 55 y 80 años con un alto riesgo cardiovascular y publicada en el Journal of Nutrition.