Cada año, a partir de estas fechas, el catedrático de zoología de la Universidad de Salamanca Valentín Pérez Mellado pasa buena parte de su tiempo en la Isla del Aire, un islote situado al Sureste de Menorca en el que estudia desde hace décadas el fascinante comportamiento de una lagartija negra endémica y sobre todo las interacciones que establece con su entorno.
Científicos de los museos Carnegie y Smithsonian, y de la Universidad de Utah presentan hoy el descubrimiento y descripción de una nueva especie de dinosaurio de más de 200 kg de peso –parecido a un ave con garras afiladas– que vagaba por las Dakotas (EE UU) junto al Tyrannosaurus rex hace 66 millones de años. Lo han denominado ‘pollo del infierno’.
Las bases genéticas de las neurotoxinas de la cobra real, la mayor serpiente venenosa del mundo, podrían ayudar en el desarrollo de nuevos fármacos. Esta especie habita en los bosques del sureste asiático y se alimenta de otros tipos de culebras.
Un investigador de la Universidad de Jaén ha hallado huesos de notosaurios con más de 230 millones de años, los restos fósiles de vertebrados más antiguos que se han encontrado en Andalucía. Además, su estudio revela que se produjo una inundación catastrófica en la franja que va de Puente de Génave (Jaén) a Bienservida (Albacete).
Investigadores de la UNED han participado en la descripción de varias vértebras halladas en el yacimiento de Lo Hueco (Cuenca) que se corresponderían con una nueva especie de lagarto del Cretácico Superior, emparentado con los reptiles varanoideos. Lo peculiar del animal, de unos tres metros de largo, es que se trata de un lagarto terrestre, aunque pertenece a un grupo con hábitos marinos. Dentro de este grupo podría encontrarse el ancestro de las serpientes, lo que reforzaría la idea de un origen no marino para estas.
El anolis verde (Anolis carolinensis) es la primera especie de lagarto cuyo genoma completo se ha secuenciado y ensamblado. Este pequeño animal autóctono del sudeste de EE UU ofrece nueva información sobre cómo evolucionaron los vertebrados desde que los mamíferos y los reptiles se separaran hace 320 millones de años, según los científicos del Instituto Broad (EE UU) que lideran el estudio.
Una investigación estadounidense, que se publica hoy en la revista Science, demuestra que algunos dinosaurios y reptiles del Mesozoico (hace unos 250 millones de años) podían ver en la oscuridad y mantenerse activos durante la noche. Estos resultados contradicen la creencia de que estos animales sólo actuaban de día debido a restricciones energéticas.
Reproducción de la cabeza de Tiarajudens eccentricus. Foto: Juan Cisneros
Diente de reptil Prognathodon.