Investigadores del Proyecto Estany han conseguido criar náyades –mejillones de agua dulce– en cautividad. Los resultados del proyecto podrían exportarse a otros ecosistemas de agua dulce. Las náyades son especies bioindicadoras y la mayoría están en una situación crítica de amenaza.
Un proyecto científico de recuperación de especies ha liberado 5.000 juveniles de corvina (Argyrosomus regius), una especie con alto valor comercial y muy amenazada y en peligro de extinción en las Islas Baleares.
Su clara y delicada madera se utiliza para fabricar las muñecas Matrioshkas, pero éste es sólo uno de los múltiples usos del abedul. Presente en áreas deforestadas o abandonadas, esta especie rara y escasa, ha acompañado al ser humano durante siglos. Y lo seguirá haciendo si los incendios y el cambio climático se lo permiten.
España recupera cada año más de 170.000 hectáreas de superficie de bosque, lo que lo convierte en el país europeo que mejor afronta la deforestación. Estos datos, que coinciden con la celebración del Año Internacional de los Bosques, se recogen en el informe Situación de los bosques en España que ha presentado hoy la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés).
Uno de los problemas que han surgido con las repoblaciones de bosques es que muchas veces no se escogían las especies de frondosas ideales para cada terreno a repoblar. La consecuencia, que dichos árboles no se desarrollaban como en un principio se esperaba, produciéndose incluso el abandono de los cuidados lo que propiciaba, y propicia todavía, grandes perjuicios como los incendios forestales.
Un estudio dirigido por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha demostrado que las interacciones positivas que se establecen entre plantas son un mecanismo de preservación de la biodiversidad. Las conclusiones del trabajo han aparecido publicadas recientemente en el último número de la revista American Naturalist.
En el río gallego del Tambre, donde las poblaciones de salmones habían desaparecido en la última década, el hallazgo de 60 salmones (Salmo spp.) adultos en 2005 ha sorprendido a científicos y pescadores. Los análisis genéticos aportan ahora una evidencia científica: estos salmones no son originarios del río Tambre, sino del Ulla, un río vecino. Los esfuerzos de conservación y recuperación de esta especie en algunas cuencas pueden haber provocado que los peces hayan retornado por error al río que, en realidad, no les vio nacer.