Los esfuerzos de la comunidad científica por aclarar los ahora llamados ‘fenómenos anómalos no identificados’ se suelen centrar en aspectos físicos, como la aceleración o maniobrabilidad de los objetos observados. Pero su avistamiento también provoca un efecto transformador y una forma benigna de interés obsesivo no patológico en las personas que los ven, según la encuesta que ha realizado a casi un centenar de ellas un investigador de la Universidad de Cádiz.
Es conocido que los algoritmos a menudo reflejan los errores y prejuicios de sus creadores, pero también puede ocurrir lo contrario: que personas aconsejadas por una IA sesgada adapten sus decisiones a lo que recomienda el agente artificial, incluso cuando ya no cuentan con su asistencia. Así lo revelan experimentos realizados en la Universidad de Deusto.
Pocos saben cómo definir la atención, sin embargo, todos quieren hacerse con ella. Dice Charo Rueda, catedrática de psicología de la Universidad de Granada, que esta capacidad cognitiva se ha convertido en uno de los productos más cotizados del mercado y que la pugna por captarla nos provoca dispersión mental hacia temas que ni nos van ni nos vienen.
Un estudio concluye que la mentalidad conspirativa es particularmente pronunciada en aquellos individuos que se consideran de extrema derecha o extrema izquierda. Los datos se han extraído de dos encuestas realizadas a más de 100.000 personas procedentes de 26 países.
Según la encuesta de Salud Mental del CIS en España, tan solo el 16,9 % de los hombres reconoció haber llorado por la pandemia, frente a un 52,8 % de las mujeres. El llanto, que nos acompaña desde que nacemos, no está influido solo por las hormonas. Influyen las normas sociales, la cultura y la personalidad.
Junto con las futuras olas de contagios de la covid-19, la OMS y la ONU esperan la llegada de problemas de salud mental que impactará especialmente en el personal sanitario. La clave para reducir este daño, según el director del Instituto de Psiquiatría y Salud Mental del Gregorio Marañón, es flexibilizar la atención psicológica, acercar los recursos y velar por una atención primaria sin colapsos.
Para combatir desinformaciones, es mejor prevenir y formar al público que forzar un cambio de opinión. Matute, que investiga sesgos, asociaciones mentales e ilusiones causales, considera que la equidistancia de algunos medios y la politización son los grandes problemas de las noticias falsas en la pandemia.
Un estudio analiza la relación entre tener un carácter agresivo, dominante y egoísta, y alcanzar posiciones laborales de poder. Conductas como la intimidación podrían suponer ventajas; pero quedan canceladas por la poca capacidad de establecer alianzas personales.
El análisis de las expresiones faciales de decenas de figurillas, esculturas y relieves mesoamericanos antiguos muestra que se corresponden con emociones presentes hoy, como el dolor, la ira o la euforia. Los investigadores han tratado de evitar el sesgo occidental estudiando rostros y contextos por separado.
La manera en la que recopilamos información sanitaria en internet puede dar lugar a creencias erróneas aunque consultemos fuentes fiables. El problema está en los sesgos de nuestras estrategias de búsqueda, que tienden a dar pesos equivocados a los datos, según un estudio experimental de la Universidad de Deusto. Las investigadoras señalan que este fenómeno afecta especialmente a los antivacunas.