Si hacer carrera como arqueólogo ya es complicado, la crisis en Europa ha hecho casi imposible ejercer esta profesión. Las oportunidades se presentan ahora en lugares como América Latina donde el crecimiento económico y la toma de conciencia sobre sus tesoros prehispánicos han impulsado la arqueología de forma extraordinaria. Muchos investigadores españoles se están yendo a países como Ecuador, Perú o Chile, pero no todo es un camino de rosas: la metodología es diferente y la corrupción planea sobre una actividad en la que se están inviertiendo gandes cifras, dicen.