Investigadores de la Universidad de Alicante han desarrollado una tecnología que permite la eliminación de olores en plásticos reciclados empleando vapor de agua. Esta innovación aumenta la reutilización de envases procedentes de la basura doméstica e industrial, reduciendo la cantidad que acaba en el vertedero.
Científicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas hallan una importante acumulación de compuestos organofosforados, que se usan como plastificantes y retardantes de llama, en los tejidos de los delfines del océano Índico. Los expertos señalan que los niveles de contaminantes son 10 veces mayores que en los mamíferos del Mar de Alborán, lo que pone en riesgo la salud de la biota marina.
La basura marina es un problema creciente en el Mar Mediterráneo, pero pocos estudios se han centrado en su composición, distribución espacial y evolución temporal. Ahora, un nuevo trabajo revela que en aguas españolas los plásticos son el principal componente y que la densidad es mayor en el Mar de Alborán que en la región levantina o Cataluña, donde la acumulación se ha mantenido estable.
Los plásticos flotantes son responsables de alteraciones significativas para el medio ambiente, según varios trabajos realizados por una científica de la Universidad de Oviedo. Las investigaciones muestran que los plásticos pueden transportar biota adherida, entre ellos especies exóticas, a grandes distancias. Este fenómeno, llamado rafting, ha atraído recientemente la atención científica y pública, pero aún no existe una comprensión general del proceso, ni de su impacto a nivel global.
Investigadores de AINIA centro tecnológico y una empresa multinacional han presentado prototipos de envases que prolongan, e incluso llegan a doblar, la vida útil de salsas, purés, mermeladas, conservas y otros alimentos. Están fabricados con copoliamidas avanzadas, un tipo de plástico polimérico.
Las altas concentraciones de partículas de plástico recientemente descubiertas en el Océano Ártico han revelado su origen: son pintura de barcos, desechos de nailon de redes de pesca y restos de la gran mancha de basura del Pacífico.
Científicos del Instituto Catalán de Investigación Química han sintetizado nuevos policarbonatos a partir de CO2 y limoneno, una sustancia que se extrae de las cáscaras de los cítricos. La novedad es que el producto está libre de bisfenol A, un potencial carcinógeno.
Las larvas de la polilla de la cera son capaces de masticar e ingerir el polietileno de, por ejemplo, las bolsas de plástico. Un grupo de científicos del Instituto de Biomedicina y Biotecnología de Cantabria han descubierto esa capacidad en estas orugas y puede suponer un avance importante en la gestión de residuos plásticos y en la conservación del entorno natural.
Las nanopartículas de plata que contienen algunos táperes y recipientes de plástico producidos en Corea y comercializados en el mercado asiático se transfieren a los alimentos, según revela un estudio en el que participa la Universidad Complutense de Madrid. Estos productos, cuya venta está prohibida en Europa por contener esas nanopartículas perjudiciales para la salud, registraron una mayor liberación de estos componentes cuando el almacenamiento se prolongaba en el tiempo.