Miguel Ángel Martínez, con alopecia universalis, perdió todo el pelo y el vello de su cuerpo hace menos de un año. Su nueva imagen no le ha impedido cambiar de trabajo y mejorar profesionalmente. / Sinc
Científicos del CNIO han descubierto en ratones que los macrófagos activan el crecimiento de las células madre de la piel. El hallazgo, publicado en la revista PLOS Biology, podría aportar nuevos enfoques para tratar la pérdida de cabello y estudiar las causas del cáncer de piel.
La leishmaniosis es una enfermedad parasitaria que padecen principalmente los perros, sin embargo, en los países empobrecidos afecta a más de 12 millones de personas, de las cuales más de 70.000 fallecen cada año. Investigadores del Grupo LeishmanCeres, de la Universidad de Extremadura, han desarrollado un nuevo método para detectar esta dolencia en animales basado en una sola muestra de pelo y un único análisis, lo que ahorra costes, tiempo y personal sanitario.
El Servicio de Genética Forense de la Universidad de Santiago (USC), que dirige Mª Victoria Lareu Huidobro, está integrado en el Instituto Universitario de Medicina Legal de la USC, dirigido por Ángel Carracedo. Trabajan, entre otras líneas de investigación, en el análisis de regiones del ADN implicadas en la pigmentación humana con fines forenses y de investigación criminal.
El pelo de este animal no sólo no tiene utilidad, sino que genera un problema de contaminación porque no existe ninguna manera de eliminarlo de forma eficaz. En zonas con una muchas explotaciones porcinas, los residuos adquieren un volumen considerable, por eso el Departamento de Ingeniería Química y Textil de la Universidad de Salamanca ha desarrollado un sistema para transformarlo en aminoácidos aprovechables para alimentación o cosmética.
El azufre de un pelo podría delatar a un terrorista
Un equipo de investigadores del Instituto de Medicina Legal de la Universidad de Santiago (USC) está logrando avances significativos en la detección del consumo de drogas en mujeres durante el embarazo. Para ello analizan el pelo, tanto de la madre como del bebé, y el meconio (las primeras heces) del recién nacido.