Un estudio dirigido por la Universidad Complutense de Madrid detectó en cadáveres de lobos del noroeste peninsular un parásito que ocasiona infecciones respiratorias en carnívoros. La prevalencia fue más elevada en lobos jóvenes, lo que podría indicar su relación con la dieta durante sus primeras etapas de su desarrollo.
El principal avance de este nuevo tratamiento es la facilidad para administrar la vacuna a los peces a través de la alimentación.