Un 5% de los casos de párkinson tienen una causa genética identificada, pero una inmensa mayoría se debe a factores ambientales y de hábitos de vida o, en todo caso, a una combinación de ellos con la predisposición genética. Daniela Vogt-Weisenhorn, investigadora del Instituto de Genética del Desarrollo del Centro Helmholtz de Munich (Alemania), ha aportado estos datos hoy en el Instituto de Neurociencias de Castilla y León (Incyl), con el que colabora en la investigación acerca de los posibles factores ambientales que influyen en el desarrollo de esta enfermedad neurodegenerativa.