La aparición de un nuevo fósil en Nova Olinda (Brasil) confirma que, en su origen, las serpientes tenían cuatro extremidades –dos anteriores y dos posteriores– con dedos. Tetrapodophis amplectus vivió durante el Cretácico Inferior (hace entre 146 y 100 millones de años) en las madrigueras del antiguo bloque continental llamado Gondwana.
Los antepasados de los actuales nativos americanos entraron en el continente hace unos 23.000 años, como máximo, conformando una única ola migratoria desde Siberia. Así lo revela en Science un estudio genómico a gran escala, con participación española. Otro análisis genómico, esta vez publicado en Nature, demuestra que algunos nativos americanos de América del Sur tienen antepasados relacionados con los indígenas de diferentes zonas de Oceanía.
Antes del código genético que conocemos hoy pudo existir otro más sencillo establecido entre aminoácidos y nucleótidos, los ‘ladrillos’ que acabarían conformando las proteínas y los acidos nucleicos como el ARN y el ADN. Además, ciertas propiedades de los aminoácidos, como su tamaño y polaridad, influyeron en cómo el ARN de transferencia los ordenaba para crear complejas y plegadas proteínas. Así lo reflejan dos estudios de científicos de la Universidad de Carolina del Norte (EE UU) que avanzan en el desconocido paso desde las primeras biomoléculas hasta las células de la Tierra.
Ilustración de la serpiente primitiva en la que aparecen sus extremidades inferiores. / BMC Evolutionary Biology
La serpiente primitiva probablemente era nocturna y depredadora silenciosa de vertebrados e invertebrados. Habitaba en los medios terrestres y contaba con una extremidad inferior formada por un par de patas con tobillos y pies con pequeños dedos. Así la describen científicos estadounidenses que han analizado 73 especies de serpientes y lagartos, vivos y extintos, para realizar un árbol genealógico completo que se remonta al primer antepasado de las serpientes.
Hasta ahora los científicos databan el origen de las serpientes en hace 100 millones de años, pero el hallazgo de cuatro nuevas especies fósiles procedentes de Reino Unido, Portugal y EE UU demuestra que estos reptiles son aún más viejos. El trabajo describe los fósiles de serpiente más antiguos conocidos hasta la fecha, que datan de hace entre 167 a 143 millones de años, es decir casi 70 millones de años antes de lo que se creía.
Ilustración del choque entre Theia y la Tierra, una gran colisión de la que pudo surgir la Luna. / NASA
Un equipo de investigadores italianos y de la Universidad de Barcelona ha comprobado que un grupo de moluscos marinos puede sintetizar lignarenonas, unas biomoléculas que intervienen en sus defensas químicas y sistemas de alarma. Hasta ahora solo se conocían estas sustancias en las bacterias.
Una reordenación cromosómica en el genoma podría explicar el origen de las extremidades en los vertebrados. Así lo destaca una nueva investigación publicada on line en Nature Scientific Reports.