Los neandertales (Homo neanderthalensis) vivían en grupos de baja diversidad genética, y las mujeres eran las que aportaban la heterogeneidad del ADN. Así lo confirma un estudio que ha secuenciado por primera vez el ADN de un número elevado de neandertales de un mismo grupo. Los resultados muestran que las hembras se trasladaban a otros grupos, mientras los machos permanecían en el núcleo familiar.
La mandíbula de neandertal conocida como 'mandíbula de Sitges', que Montserrat Sanz y Joan Daura del Seminario de Estudios e Investigaciones Prehistóricas (SERP) de la UB encontraron en Sitges en 2005, ha sido datada gracias al nuevo sistema de uranio-torio en la Universidad de Bristol (Reino Unido), donde Daura hace una estancia científica. La mandíbula tiene 53.200 años, una antigüedad superior a la que se pensaba.
Un estudio fecha en 53.200 años una de los pocos restos humanos neandertales encontrados en Cataluña.
Así lo confirma un equipo internacional de científicos con participación española que presenta en el último número de Science el primer borrador del genoma neandertal. El estudio, que comparó el genoma de neandertal con el de cinco seres humanos de la época actual, demuestra que los humanos primitivos se mezclaron con Neandertales en el Oriente Próximo, tras salir de África y antes de extenderse hacia Eurasia.
Varios cráneos de neandertales y, al fondo, un cráneo de Homo sapiens.
Mandíbulas de neandertal encontradas en la cueva asturiana de El Sidrón.
Equipo de investigadores de la Universidad de Oviedo en la cueva asturiana de El Sidrón. La foto fue tomada por el fallecido Javier Fortea.
Interior de la cueva del yacimiento croata de Vindija.
Uno de los momentos más discutidos y borrosos de la Historia es el tiempo en que nos convertimos en la única especie humana sobre la tierra. ¿Neandertales y el hombre moderno lucharon entre sí ferozmente, o la convivencia entre ambos fue pacífica? Uno de los raros yacimientos europeos de esta época en los que el hilo del tiempo ha quedado impreso sin interrupciones es la cueva de La Güelga, cerca de Cangas de Onís, que conserva los restos de los últimos neandertales hallados en Asturias.