Un equipo científico de la Estación Biológica de Doñana ha analizado los datos de 38 años de censos de aves en Doñana y el Paleártico Occidental, junto con imágenes satélite y datos meteorológicos de 432 humedales de importancia internacional.
Gracias a ‘corredores azules’ fluviales estas poblaciones pudieron migrar hace menos de 100.000 años durante un período especialmente árido, después de la explosión de este supervolcán en Indonesia. Así lo indica una investigación que ha analizado restos de piedra y animales hallados en Etiopía.
El CENIEH participa en una investigación sobre la variedad dental de nativos americanos, cuyos resultados indican que tienen un grado similar de afinidad con poblaciones de Asia Oriental, siendo clasificados como asiáticos orientales entre el 10 % y el 15 % de las veces.
Científicos de España y EE UU han recuperado y analizado el ADN de 146 personas que habitaron las actuales Croacia y Serbia en el primer milenio. El trabajo corrobora que la migración eslava que llegó a la región a partir del siglo VI, durante el dominio romano, representó uno de los mayores cambios demográficos permanentes en el continente europeo, cuya influencia cultural perdura hasta hoy.
Un estudio de la Estación Biológica de Doñana del CSIC determina que se necesitan 1.100 hembras reproductivas para garantizar la viabilidad genética de la especie, el triple del censo de 2022. Los científicos indican que será indispensable la expansión de las subpoblaciones existentes o la creación de nuevas poblaciones en áreas que muestren un alto potencial de crecimiento.
Estas polillas vuelan alto y lento cuando las ráfagas de aire les son favorables, mientras que durante fuertes vientos en contra o cruzados se adaptan para aletear cerca del suelo. Las protagonistas de #Cienciaalobestia son unas intrépidas voladoras capaces de aumentar la velocidad para mantener el control. Una 'brújula interna' les permite desplazarse en línea recta, según un estudio que las ha seguido por radio y avión.
Los datos de geolocalización revelan que el océano Atlántico es la principal área de invernada de los paíños nidificantes en el Mediterráneo occidental. El estudio lo lidera el Instituto de Investigación de la Biodiversidad de la Universidad de Barcelona.
Muchas especies de aves, protagonistas de #Cienciaalobestia, aprovechan la oscuridad de la noche para volar durante sus migraciones de primavera y otoño, pero también lo hacen en temporadas no migratorias. Un nuevo estudio demuestra que los niveles de contaminación lumínica que están en aumento en zonas de América del Norte y Centroamérica aturden a estos animales.
La secuenciación del genoma de más de 300 personas de la región del Pacífico revela cómo comenzaron a colonizar Oceanía hace unos 45.000 años. En el camino, desde África y atravesando Eurasia, se cruzaron con otras especies humanas que dejaron mutaciones y adaptaciones inmunitarias útiles para sobrevivir en entornos isleños.
Una trampa climática, así califican los científicos la exposición a la que se tienen que enfrentar distintas especies de aves que cambian su comportamiento y hábitat por el calentamiento global. Sin embargo, en la cuenca mediterránea, con más microclimas y microhábitats, este efecto no es tan claro.