Una centésima de nanosegundo después del Big Bang se decidió nuestro destino, cuando el bosón de Higgs se decantó ligeramente por la materia frente a la antimateria y se originó todo. Así lo cuenta el físico italiano Guido Tonelli en su libro El nacimiento imperfecto de las cosas, que ha presentado en España. El que fuera uno de los protagonistas del descubrimiento del famoso bosón habla con Sinc sobre los momentos agridulces vividos en el CERN y los grandes retos que quedan por delante.
La materia oscura podría ser menos grumosa de lo que indicaban hasta ahora los datos del satélite Planck de la Agencia Espacial Europea, es decir, más uniforme de lo que se pensaba. Así lo reflejan los resultados del sondeo KiDS, donde se ha analizado a gran escala cómo la luz de unos quince millones de galaxias se ven afectadas por la influencia gravitacional de la materia.
Investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid, la Universidad de Barcelona y otros centros internacionales han utilizado el universo como un detector para estudiar los neutrinos. Los nuevos límites obtenidos gracias a los cartografiados de galaxias acercan el descubrimiento de la jerarquía de masas de estas misteriosas partículas y la medida de su masa.
Uno de los métodos utilizados para descubrir la misteriosa materia oscura es tratar de detectar directamente sus partículas en profundas minas subterráneas. Ahora investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid y el Instituto de Física Teórica han demostrado que los resultados parciales y límites que ya han aportado estos experimentos no se tienen en cuenta lo suficiente a la hora de plantear los modelos teóricos en la búsqueda de la materia oscura.
Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y otros centros internacionales han analizado, mediante datos astrofísicos y simulaciones, el origen de los rayos gamma del fondo cósmico. El estudio de este fenómeno en un rango de energía concreto ha facilitado información inédita sobre la materia oscura.
Dos físicos teóricos de España y Alemania plantean la posible existencia de planetas compactos, con masas similares a la de Júpiter o la Tierra pero mucho más pequeños. Este nuevo tipo de objeto astronómico ocultaría materia oscura en su interior, aunque fuera visible por fuera. Comienza ahora su búsqueda por el universo.
Esta semana dos grupos de investigación presentan nuevos avances para identificar los misteriosos componentes de la energía y materia oscuras que, en conjunto, constituyen el 95% de nuestro universo. Un equipo ha usado un interferómetro atómico para acotar la búsqueda de camaleones, partículas hipotéticas capaces de cambiar su masa según el entorno. El otro se ha centrado en la búsqueda de las WIMP, partículas masivas de interacción débil, con la ayuda de un gran tanque de xenón líquido.
El mayor cúmulo de galaxias conocido, denominado 'El Gordo', ha servido de base para la simulación de colisiones efectuada por dos investigadores de las universidades del País Vasco y la Nacional de Taiwan. Los resultados desafían la idea de que la materia oscura esté compuesta de partículas pesadas, como consideran otros científicos.