Investigadores del CSIC han encontrado variaciones significativas de endogamia en este gran depredador de la península ibérica, desde individuos no endogámicos a otros con valores tan altos que sus padres podrían ser hermanos. El estudio señala la necesidad de favorecer la conectividad de las subpoblaciones para garantizar el flujo genético.
El Gobierno ha publicado en el Boletín Oficial del Estado una orden ministerial que modifica el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESPRE), con el fin de incluir a todas las poblaciones de lobo ibérico (Canis lupus) de España. Por tanto, a partir de hoy, su caza está prohibida.
A partir del 25 de septiembre el lobo entrará en la lista de protección especial que prohibirá su caza. En otros países, como Portugal, desde los años ochenta ya tiene esta consideración y reciben fondos de Europa para su conservación.
La crisis de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob en Europa marcó un antes y un después en la dieta de los lobos de Galicia, que hasta el año 2000 se alimentaban principalmente de carroña de animales domésticos. Un nuevo estudio demuestra que, a partir de la normativa sanitaria europea que prohibió el abandono de ganado muerto, los lobos han aumentado su consumo de jabalíes, corzos y ponis salvajes, pero también el ataque a las explotaciones de vacuno ante la escasez de alimento en ciertas zonas.
La aprobación esta semana de una batida de lobos en Cantabria ha reavivado la controversia sobre la gestión del lobo ibérico. Tras estar al borde de la extinción el siglo pasado, la lenta recuperación de la especie ha resucitado viejos odios y polémicas. Regular adecuadamente la caza, establecer prácticas seguras para la ganadería y desarrollar alternativas sostenibles, como el turismo lobero, son las cuestiones centrales para garantizar que la supervivencia del animal sea compatible con los intereses humanos.
Ejemplar de lobo ibérico. Imagen: Netícola – Raúl A
El lobo ibérico habita en entornos naturales cada vez más humanizados y con recursos alimentarios limitados, y su presencia no es siempre bienvenida. Pero, según investigadores españoles, la disponibilidad de comida tiene un papel secundario frente a las características del paisaje –donde encuentra refugio– para persistir en ambientes de Galicia dominados por el humano.
El Grupo de Trabajo del Lobo, convocado por el Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino (MARM), a través de la Dirección General de Medio Natural y Política Forestal, ha analizado la situación del lobo ibérico (Canis lupus signatus) tras los últimos ataques a explotaciones ganaderas. La reunión destaca que la expansión poblacional de este mamífero amenazado se ralentiza.
El nuevo Catálogo reúne a 898 especies amenazadas.
Según el biólogo de campo Carlos Sanz, experto en mantenimiento y manejo de animales silvestres como los lobos ibéricos, en la actualidad hay contabilizados en España, de 2.000 a 2.500 lobos ibéricos. Castilla y León es la comunidad autónoma, donde más cánidos viven, de 1.000 a 1.500 ejemplares distribuidos en unas 150 manadas.