El medicamento Neoleish, con participación del Centro de Investigaciones Biológicas Margarita Salas, previene la infección y disminuye la presencia del parásito en más de un 90 %.
El parásito de la leishmaniasis, transmitido por la mosca de la arena, afecta a personas y animales, pero los fármacos actuales provocan cierta toxicidad. Una nueva investigación, coordinada por investigadoras de la Universidad Autónoma de Barcelona, abre las puertas a una nueva terapia más efectiva, y que reduce los efectos secundarios, contra la enfermedad.
Un nuevo estudio respalda el uso de insecticidas orales en perros como estrategia para el control de la leishmaniasis visceral en zonas endémicas. Los expertos comprobaron cómo la administración oral de insecticidas a perros de la comunidad podría ser un método eficaz para reducir la transmisión del parásito.
Científicos de la Universidad Autónoma de Madrid y el CSIC han logrado completar la secuenciación y ensamblaje del protozoo Leishmania infantum, causante de la forma clínica más grave y mortal de leishmaniasis. Los resultados, publicados en Scientific Reports, permitirán conocer mejor los puntos débiles del parásito y, posiblemente, el desarrollo de vacunas contra la enfermedad.
Investigadores españoles han analizado la prevalencia de leishmaniasis entre la población que recibe un trasplante de órganos. Los resultados confirman que, en zonas de brote de la enfermedad, el riesgo de desarrollar leishmaniasis visceral – la forma más grave, que puede tener complicaciones mortales– es más de cien veces mayor en pacientes trasplantados.
La leishmaniasis afecta, en sus diferentes variedades, a más de 1,5 millones de personas cada año en 98 países. Mata en su forma visceral, y desfigura a los enfermos en la cutánea. Expertos como Jorge Alvar, jefe del programa de leishmaniasis de la organización Drugs for Neglected Diseases initiative (DNDi), han logrado disminuir los casos en el sudeste asiático, pero la guerra y las oleadas de refugiados en países africanos podrían provocar un repunte de esta enfermedad, de la que aún no existe vacuna en humanos.
Jorge Alvar, durante su visita a Madrid esta semana. / Olmo Calvo (Sinc)
Científicos europeos, entre los que se encuentran investigadores de la Universidad Complutense de Madrid, han diseñado un nanomedicamento que, administrado de forma oral, se acumula en el bazo, hígado y pulmón, y evita la toxicidad en los riñones. El nuevo compuesto, probado en ratones y perros, ha resultado útil en el tratamiento de infecciones fúngicas y leishmaniasis.
Investigadores de GlaxoSmithKline en Tres Cantos (Madrid), en colaboración con universidades internacionales y el CSIC, han identificado una colección de 600 compuestos químicos con actividad frente a la leishmaniasis, el Chagas y la enfermedad del sueño. Los resultados se han publicado en abierto con el objetivo de dar acceso a la comunidad científica a compuestos con potencial terapéutico contra estas enfermedades tropicales desatendidas.
Una investigación, publicada en Parasites & Vectors, en la que han participado investigadores del Laboratorio de Parasitología de la Facultad de Farmacia de la Universitat de Barcelona (UB) y de ISGlobal, ofrece nuevos datos sobre la epidemiología de la leishmaniosis en la isla de Mallorca. Los investigadores describen además los lugares donde la presencia de los insectos transmisores de la enfermedad es más frecuente.