Un equipo internacional de investigación liderado por la Universitat de València ha estudiado por primera vez los esqueletos de sus habitantes con fluorescencia de rayos X y concluye que las víctimas murieron asfixiadas, y no abrasadas. El trabajo, que cruza datos químicos, antropológicos y estratigráficos, crea una metodología aplicable a todos los calcos de la erupción del Vesubio del año 79.
La aparición de nuevos centros de emisión y bocas por las que sale lava muy fluida demuestran que el volcán sigue muy activo cinco semanas después de la erupción. Las coladas ya han arrasado 901,2 hectáreas y destruido 2.146 edificaciones, según el programa de monitorización por satélite europeo, Copernicus.
El volcán de Cumbre Vieja sigue rugiendo sin cesar. Debajo, el magma que se había acumulado a varios kilómetros de profundidad busca su camino hacia la superficie, acompañado de sismos, gases y deformaciones del suelo. El final de la erupción dependerá de la evolución de este líquido formado por roca fundida a más de 1.300 ºC.
La caída de las coladas al mar en La Palma ha impactado sobre todo a los organismos que viven fijos en el fondo oceánico, mientras que los peces evitan la zona. Los expertos esperan que la catástrofe tenga efectos localizados y de menor impacto que la erupción submarina que tuvo lugar en El Hierro en el año 2011.
Tras su llegada al mar la pasada noche, la colada de lava del volcán de La Palma, ha creado un delta de unos 500 metros de ancho. En estos momentos, continúa la emisión de vapor de agua y gases provocada por el contacto del material fundido con el agua. Por ello, se mantiene en vigor el confinamiento en varios núcleos de población, así como una zona de exclusión de navegación de dos millas.
"Lo que ocurra a partir de ahora seguirá las pautas de lo ocurrido en el pasado". Ese es el principio seguido por los geólogos que estudian los escasos registros disponibles de eventos anteriores para prever la evolución de La Palma. Revisamos la historia con el investigador jubilado Juan Carlos Carracedo Gómez, que a sus casi 80 años nos atiende a punto de volar a la isla.
La colada de lava avanza hacia el mar y a su paso ya ha destruido más de 350 inmuebles desde el pasado domingo. Más de 6.000 personas han tenido que ser evacuadas de sus hogares en una isla que, como el resto del archipiélago, ya ha experimentado otras erupciones. Pero ¿por qué ahora en La Palma?
A bordo del barco oceanográfico, cuya llegada a la isla está prevista para este sábado, viajan algunos de los mayores especialistas en geología marina de España. Entre otras labores, los investigadores harán un estudio de la profundidad marina con alta resolución. También llevarán a cabo análisis fisicoquímicos y biológicos del agua, en caso de que la colada de lava llegue finalmente al mar.
Vulcanólogos, petrólogos, sismólogos y geólogos están viajando a La Palma para seguir de cerca la erupción. Entre ellos está el catedrático Eumenio Ancochea, dispuesto a prestar toda la ayuda posible junto a su grupo de la Universidad Complutense de Madrid, y que se dedicará a estudiar el avance de las coladas de lava.
Lo que más preocupa ahora a los habitantes de La Palma es hasta cuándo va a seguir saliendo lava del interior de la tierra. El espectáculo de magma ha arrasado con casas y ha obligado a una evacuación masiva de parte de la población. La vulcanóloga Alicia Felpeto explica cómo se comportan las coladas, qué podemos esperar en los próximos días y el porqué del vulcanismo en Canarias.