Los mamíferos primitivos de pequeño tamaño que convivieron con los dinosaurios tuvieron un desarrollo y esperanza de vida más largos que los modernos con una masa similar. Así lo revelan dos fósiles con las dimensiones de un ratón encontrados en una isla escocesa.
Restos fósiles encontrados en la isla de Skye revelan que este animal extinto, bautizado como Ceoptera evansae, pertenece a un grupo más diverso de lo que se pensaba. Estos reptiles voladores persistieron durante más de 25 millones de años.
Datado en hace 192 millones de años, Plesechioceras rochai es una nueva especie de ammonites. La investigación, liderada por la Universidad Complutense de Madrid, aporta evidencias de que los machos de algunas especies de estos cefalópodos tenían conchas de menor talla que las hembras.
Los restos de un gran saurópodo diplodócido han sido encontrados en las excavaciones de la Fundación Dinópolis en Riodeva (Teruel). Sus características son muy diferentes a las que posee el mayor de los dinosaurios descrito en Europa, el Turiasaurus riodevensis, también procedente de este municipio aragonés.
Cráneo del Asfaltovenator. / MEF
Extracción de los fósiles de Asfaltovenator, en la provincia de Chubut (Argentina). / MEF
El Asfaltovenator vialidadi vivió hace 170 millones de años en la Patagonia argentina. Medía ocho metros de largo y, según los científicos, representa un momento de explosión evolutiva en el que se diversificaron los dinosaurios.
Esqueleto del dinosaurio. / MEF
Un grupo de paleontólogos portugueses y españoles ha identificado en Praia de Valmitão, en Portugal, una nueva especie de dinosaurio, a la que han denominado Oceanotitan dantasi. El animal pertenece al grupo de los saurópodos, unos colosales herbívoros con largos cuellos, pero en su caso, era de tamaño medio. El hallazgo amplía la diversidad conocida en uno de los mejores registros de fósiles de dinosaurios jurásicos de Europa.
Las huellas de un enorme dinosaurio carnívoro del Jurásico temprano descubiertas en el sur de África han sorprendido a los paleontólogos, que pensaban que en esta época el tamaño de la mayoría de los terópodos era mucho menor. El megaterópodo, denominado Kayentapus ambrokholohali, era cuatro veces del tamaño de un león: medía nueve metros de largo y poco menos de tres metros de alto desde la cadera.