Un equipo de investigadores ha analizado isótopos de rutenio en muestras de hace 66 millones de años. Han encontrado que el meteorito de Chicxulub procedería, con mucha probabilidad, de un asteroide de tipo C que se formó en la parte exterior de nuestro sistema solar, descartando además su origen como cometa.
La luna Io de Júpiter tiene gran actividad volcánica desde hace 4500 millones de años. Así lo revela la proporción de isótopos de azufre y cloro en su atmósfera.
Bajo la corteza helada de este satélite de Júpiter se cree que hay una gran masa de agua líquida salada, un buen objetivo para buscar vida. Ahora, las observaciones infrarrojas del telescopio espacial James Webb confirman que el dióxido de carbono detectado en el hielo exterior procede de ese océano oculto.
El cuerpo celeste, identificado en febrero, sigue una órbita sincronizada con la de Júpiter, por eso se reduce la probabilidad de una colisión con nuestro planeta en las próximas décadas. Este asteroide es muy sólido, metálico, gira diez veces cada hora y mide unos 40 metros, según investigadores de la Universidad Complutense de Madrid y otros centros europeos.
Gigantescas antenas de radio repartidas por todo el planeta han permitido a investigadores de la Universidad de Valencia y el Instituto de Astrofísica de Andalucía captar con detalle el primer cinturón de radiación detectado alrededor de una enana marrón, donde también aparecen auroras. La ‘fotografía’, obtenida el pasado enero y publicada ahora en Science, evoca estructuras parecidas de la Tierra y Júpiter.
La Agencia Espacial Europea ha lanzado una nave de exploración hacía el gigante gaseoso y sus tres grandes lunas oceánicas: Ganímedes, Calisto y Europa, donde podría haber hábitats potenciales para la vida. La sonda tardará más de ocho años en llegar a su destino.
El lanzador Ariane 5 de la misión 'Juice' en el puerto espacial europeo de Kurú (Guayana Francesa). / ESA
El 13 de abril parte la sonda Juice para explorar, en la próxima década, tres satélites galianos: Europa, Calisto y, sobre todo, Ganímedes. Bajo su gélida corteza se cree que hay grandes cantidades de agua, un elemento esencial para la vida. Comprender la física que gobierna estos mundos helados ayudará a entender lo que ocurre en lugares similares de nuestra galaxia.
El veterano telescopio espacial está registrando las variaciones meteorológicas y estacionales en estos dos gigantes gaseosos a lo largo de los años. Urano se torna cada vez más pálido y en Júpiter no dejan de moverse sus gigantescos ciclones y anticiclones, además de sus lunas, como la volcánica Io o Ganímedes, a la que pronto pondrá rumbo la misión Juice de la ESA.
La nave Juno obtiene las mejores fotografías hasta el momento de la colorida superficie de Io, la luna volcánica de Júpiter. / NASA