Los océanos cada vez son más cálidos, más ácidos y menos productivos, según advierte el último Informe Especial del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) presentado esta mañana en Mónaco. Los científicos urgen priorizar acciones ambiciosas y coordinadas ante la crisis climática que está provocando cambios permanentes en el mar y la criosfera.
Aunque la quema de combustibles fósiles es lo que recibe mayor atención, el último informe del Panel Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático de la ONU advierte que para frenar el calentamiento global es esencial la reducción del consumo de carne, además de medidas en contra de la deforestación y en favor del uso sostenible de la tierra.
A pocos meses de la celebración de la Cumbre del Clima de Naciones Unidas, que este año será en Katowice (Polonia), 91 expertos de 40 países del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático han presentado un informe especial para limitar el calentamiento global a 1,5 ºC en lugar de 2 ºC. Según los autores, ya estamos sufriendo las consecuencias de un aumento de 1 ºC respecto a los niveles preindustriales.
Los pequeños estados insulares en desarrollo corren el riesgo de desaparecer bajo el agua por el aumento del nivel del mar. Javier Arístegui, del Instituto de Oceanografía y Cambio Global de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, conoce bien los efectos del calentamiento global en los territorios isleños. El investigador participa en el próximo informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU.
El mundo entero es testigo de fenómenos extremos cada vez más dramáticos, como los huracanes que han arrasado el Caribe y Puerto Rico. La ciencia tiene una explicación. María José Sanz, directora del Basque Centre for Climate Change, recuerda que la crudeza que han cobrado estos eventos tiene que ver con la acción humana y el cambio climático: el agua del océano almacena más energía que antes.
El grupo de investigación Observatorio de las Dos Culturas de la Universitat de València ha publicado un trabajo científico que constata la pérdida de interés por el cambio climático en los tres diarios españoles de mayor tirada en 2014, en contraste con la activa campaña en contra que se llevó a cabo en 2007 desde los medios más conservadores.
Las condiciones del clima no contaminado de la época preindustrial pudieron ser más nubosas de lo que se pensaba hasta ahora, según los datos del experimento CLOUD del CERN. Los resultados revelan que los llamados vapores biogénicos emitidos por los árboles son claves en el crecimiento de las partículas (aerosoles) hacia tamaños donde pueden generar nubes.
Si las emisiones de gases de efecto invernadero son demasiado elevadas en el año 2100, el nivel del mar podría aumentar entre 60 y 130 centímetros, según revela un estudio internacional en el que participa la Universidad Complutense de Madrid. El modelo, que combina métodos computacionales y estadísticos, tiene en cuenta tanto el comportamiento de las capas de hielo de Antártida y de Groenlandia, como el de los glaciares de montaña, y el de la expansión térmica del océano.
La última Cumbre del Cambio Climático (COP21) se ha cerrado con un acuerdo aprobado por 195 países. Por primera vez, establece una atmósfera de compromiso para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de la quema de combustibles fósiles, para limitar así el aumento de temperatura global asociado. Si el acuerdo se ratifica y desarrolla, será el principio del fin de la era del carbón y el petróleo.
El dióxido de carbono del que tanto se habla por el cambio climático no es el único gas de efecto invernadero que afecta al clima. El metano (CH4) es, después del CO2, el más abundante de la Tierra; sin embargo, es casi 30 veces más potente que este a la hora de atrapar calor en la atmósfera en un periodo de 100 años. El aumento de sus concentraciones en los últimos años y el hallazgo de nuevas fuentes de metano en el océano Ártico vuelven a ponerlo en el punto de mira.