Con el objetivo de limitar el número de prostitutas que había durante el franquismo, las autoridades las detenían y recluían en centros especiales utilizando argumentos científicos que carecían de rigor. Un estudio de la Universidad Complutense de Madrid refleja cómo tres expertos en psicología y psiquiatría afines al régimen publicaron informes en los que las definían como “inferiores mentales” para justificar su internamiento.