Un estudio de estudio de la Universidad de Barcelona y el Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge describe la capacidad de un inhibidor de la enzima PI3-quinasa para combatir la osificación heterotópica y la fibrodisplasia osificante progresiva en modelos preclínicos en ratones. Estos resultados podrían tener un impacto en el tratamiento de los pacientes de estas dos enfermedades.
Un estudio del IRB Barcelona en cáncer de mama identifica la proteína p38 como un salvavidas que usan las células tumorales para evitar excesivo daño en su ADN que, de otro modo, las sentenciaría a morir. Bloqueando la p38 consiguen elevar la mortalidad de células cancerosas y reducir los tumores. El trabajo se ha realizado con tumores de pacientes crecidos en ratones.
Una investigación de pediatras de EE UU ha demostrado que el zika modifica la función de la molécula TLR3 y provoca un ‘suicidio’ celular en el cerebro. El experimento, realizado en cerebros de laboratorio, busca reducir la agresividad de la infección, que provoca microcefalias en fetos, utilizando un inhibidor. Los primeros resultados indican que las células contagiadas por el virus disminuyeron un 16% en cinco días.
Un grupo internacional de investigadores ha identificado por primera vez en ratones que la proteína p38 es necesaria para la supervivencia y proliferación de las células tumorales de colon. Los expertos han demostrado en el mismo estudio que un inhibidor de dicha proteína reduce el tamaño de los tumores en ratones.
Un estudio internacional, con participación española, demuestra que el ADN cambia su tipología y se ‘sobreenrolla’ durante la mitosis, el proceso previo a la división celular. Este fenómeno activa a la enzima “topoisomerasa II” para que realice su eficiente trabajo de separar las cadenas cromosómicas y se mantenga intacto el material genético.
Investigadores de la Universidad de Cádiz (UCA) han observado que el uso de un agente inhibidor de la proteína ADAM-17 permite incremente la regeneración neuronal. El siguiente objetivo es demostrar que la inhibición de esta proteína in vivo favorece la generación de nuevas neuronas y ayuda al cerebro a recuperarse de una lesión.
Investigadores del Netherlands Cancer Institute han utilizado el nuevo inhibidor AZD2281 contra el cáncer de mama en un modelo de ratón modificado con ingeniería genética. El tratamiento, iniciado recientemente en pacientes con cáncer, logró una regresión del tumor y un importante aumento de la supervivencia sin signos de toxicidad. Los resultados aparecen en la edición on line de la revista PNAS.