En el marco de un ensayo clínico, se probará este fármaco con formas semisólidas y masticables a partir del principio activo combinado con excipientes adecuados. La nueva formulación podría ser útil también para adultos.
Imprimiendo un esqueleto flexible en 3D y añadiendo una cinta de hidrogel con células musculares, investigadores del Instituto de Bioingeniería de Cataluña (IBEC) han creado robots biológicos que avanzan por un líquido a velocidades sin precedentes. Estos biobots también reaccionan a estímulos eléctricos y ejercen fuerzas sorprendentes.
Con desperdicios alimentarios, polímeros e impresión 3D, investigadores del proyecto europeo BARBARA han fabricado embellecedores de puertas y frentes de salpicadero para vehículos, así como uniones para vigas. Entre sus ‘ingredientes’ figuran polisacáridos del maíz, aditivos de granada y fragancias de limón con cáscara de almendra.
Investigadores de distintos centros del CSIC están empleando la técnica de impresión 3D o fabricación aditiva para producir elementos de protección para los hospitales de Madrid. Ya se tiene listo un envío de 50 pantallas.
Investigadores de la Universidad de Málaga, en colaboración con una empresa, han diseñado un aparato mandibular que se personaliza para cada paciente según las dimensiones y la mordida propias de este hueso facial. El objetivo dele sistema, que se fabrica con una impresora 3D, es mantener las vías respiratorias abiertas continuamente y evitar la falta de oxígeno mientras se duerme.
El Hospital del Mar de Barcelona es el primero de España que utiliza la impresión 3D para tratar con braquiterapia algunos tipos de cáncer de piel. Esta técnica permite diseñar a medida el tratamiento, ahorra molestias a los pacientes y limita los efectos secundarios. Ahora se estudia su aplicación para otros tumores.
Las pastas cerámicas y la fotopolimerización de resinas permiten a las tecnologías de impresión 3D ofrecer piezas de tamaño considerable de forma precisa. Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid han desarrollado nuevos diseños litográficos para este tipo de fabricación aditiva y los han aplicado en campos como la ingeniería de tejidos y los vehículos de competición.
Ingenieros de la Escuela Politécnica Federal de Zúrich han fabricado una tinta con hidrogel que incorpora bacterias vivas. Con ella se pueden imprimir estructuras en 3D que aprovechan la capacidad de los microorganismos para degradar contaminantes, como el fenol, o para producir celulosa de interés médico.