Un nuevo estudio muestra que las soluciones basadas en la naturaleza son más efectivas que las tecnologías convencionales para eliminar estos medicamentos y los genes de resistencia antimicrobiana de las aguas residuales.
Estos animales reciclan nutrientes y ayudan a mantener la calidad del agua. Esto beneficia a todo el ecosistema, desde el suelo y las plantas hasta las aves y los mamíferos.
La mala conservación de los humedales ha llevado a que apenas queden 40 machos territoriales de esta especie en lugares tan amenazados como Doñana, las Tablas de Daimiel o los Aiguamolls de l’Empordá.
Esta especie de ave vinculada a los humedales ha sufrido los efectos de la transformación y fragmentación de estos ecosistemas y camina “silenciosamente” hacia la extinción. Así lo demuestra la comparación del último censo de SEO/BirdLife y el anterior, que data de 2005.
Un equipo de la Universitat de València lidera una investigación en el proyecto LIFE Wetlands4Climate para poner en valor el papel de los humedales como sumideros de carbono y reductores de las cantidades de gases efecto invernadero en la atmósfera. La propuesta, financiada con dos millones de euros, arranca en la Comunitat Valenciana en unas semanas, en el Prat de Cabanes-Torreblanca.
Un equipo de investigadores españoles ha descubierto tres nuevas especies de diatomeas, un tipo de algas unicelulares, en humedales de alta montaña situados en la Sierra de Gádor (Almería) y Sierra Nevada (Granada). Estas especies, únicas a escala mundial, se convierten en bioindicadores de la calidad de los ecosistemas acuáticos.
Hace entre 1.800 y 1.000 años, los mayas eliminaron bosques y crearon una red de humedales para el cultivo de aguacate, maíz y calabaza, lo que pudo contribuir a aumentar las emisiones de CO2 y metano. Un nuevo estudio ha permitido encontrar una estructura agrícola a gran escala.
Las larvas de anfibios de los humedales del parque de Doñana no reconocen al cangrejo rojo americano como un depredador potencial a pesar de que llevan 35 años conviviendo, según un estudio realizado por investigadores de la Estación Biológica de Doñana. Los autores apuntan el "grave riesgo" que esto supone para dichas especies, que pueden tardar entre 80 y 200 años en reconocer las señales químicas de la nueva amenaza.
Un estudio de la Universidad de Jaén ha permitido analizar 24 humedales en los que se ha evaluado el papel que ocupa la comunidad zooplantónica. Según los investigadores, los cambios en la riqueza y la composición de estos microorganismos pueden ayudar a conservar estos ecosistemas.
Un equipo de la Universidad de Jaén ha analizado el estado de conservación de 25 humedales de la provincia de Jaén situados en el Alto de Guadalquivir gracias a una comunidad de anfibios que habitan estos ecosistemas. Los resultados del estudio han permitido elaborar un plan de acción para proteger nueve de estos humedales, que preservarían toda la riqueza de anfibios presente en el área estudiada.