Un nuevo estudio sobre la biodiversidad marina a escala mundial revela la existencia de puntos de alta diversidad funcional en aguas templadas. Hasta ahora, estos denominados puntos calientes o hotspot de biodiversidad se basaban exclusivamente en la cantidad de especies que albergan las aguas y se habían localizado en las zonas tropicales del planeta.
La investigación, ha analizado interacciones de polinización en 5 islas de Galápagos, estudiadas sólo de forma puntual hasta el momento. De las 758 interacciones detectadas entre 60 especies de plantas y más de 200 animales polinizadores, un 38% han mostrado involucrar a especies exóticas, con consecuencias todavía desconocidas para la biodiversidad nativa.
Los machos de avutarda común no necesitan defender territorios con recursos para atraer a las hembras, como la mayoría de las aves, sino que las 'seducen' por su edad y su peso. Lo crucial para los machos es alcanzar la máxima visibilidad, según un estudio de investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales.
Una investigación de biólogos españoles e italianos concluye que el 95% de las zonas de alta concentración de vertebrados dentro de la Península Ibérica no se encuentran dentro de áreas protegidas. Además propone cambiar el método actual para delimitar estas zonas ya que solo tiene en cuenta unas pocas especies, dejando fuera grandes grupos de animales.
Los ‘puntos calientes’ (o hotspots) de biodiversidad de vertebrados dentro de la Península Ibérica, que suponen el 3,7% del territorio, están desprotegidos en su gran mayoría.
Investigadores catalanes han analizado la red trófica marina de Mauritania, en la costa noroeste de África, que alberga uno de los bancos de pesca más explotados y donde residen dos de las especies de mamíferos marinos más amenazadas del mundo: la foca monje y el delfín jorobado del Atlántico. Los resultados demuestran que las actividades pesqueras industriales y artesanales de la costa ponen aún más en peligro a estos mamíferos y a los ecosistemas marinos locales.
Cuando la mayor parte del continente europeo estaba recubierto de hielo y nieve durante la última fase glaciar del Pleistoceno (hace más de 14.000 años), los neandertales del sur de la península ibérica en la región de Gibraltar sobrevivían gracias a un refugio de biodiversidad vegetal y animal. Los restos fósiles de plantas encontrados en la Cueva de Gorham confirman ahora la diversidad única y la gran cantidad de recursos de esta zona del planeta.