Durante mucho tiempo, África oriental se ha considerado el origen de los primeros homínidos. Este paradigma se ha roto gracias a un trabajo basado en los restos arqueológicos más antiguos del Norte de África, datados en 1,9 y 2,4 millones de años.
Arqueólogos de España e Israel han demostrado que nuestros antepasados más remotos organizaban la producción de sus herramientas de manera estratégica. Los resultados se basan en el estudio de bifaces encontrados en yacimientos madrileños.
Hasta ahora, se consideraba que los neandertales eran la primera especie con lateralidad bien definida. Un estudio internacional liderado por el Instituto Catalán de Paleocología Humana y Evolución Social remonta este hecho hasta la primera especie asociada a nuestro género, Homo habilis.
Una nueva investigación sobre las estrategias de subsistencia de los neandertales demuestra el comportamiento complejo de esta especie, que hace ya entre 43.000 y 54.500 años practicaba la caza selectiva. Esto es lo que avala el estudio de casi 500 piezas dentales de caballos y ciervos de esta cronología hallados en el yacimiento Abric Romaní (Capellades, Barcelona) durante las excavaciones que cada verano realiza un equipo encabezado por miembros del IPHES.
Un estudio ha analizado el cambio climático que se produjo hace 1,7 millones de años en El Kherba, un yacimiento recién descubierto en Argelia. El trabajo, liderado por el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana de Burgos, ha investigado el posible impacto que tuvo sobre los homínidos que habitaron esa región la aparición de un paisaje cada vez más abierto y árido.
En el yacimiento de Atapuerca, en Burgos, se han encontrado evidencias del caso más antiguo de caza comunal. Sucedió en repetidas ocasiones hace 400.000 años en el yacimiento de Gran Dolina y las víctimas fueron manadas de bisontes. Los homínidos se organizaban y conducían a los animales hasta este lugar donde los acorralaban, mataban y procesaban.
Un equipo internacional de científicos, con la participación de varios centros españoles, ha descubierto un cráneo humano de 400.000 años, el más antiguo jamás hallado en Portugal y el más occidental de los restos encontrados en Europa. Según el trabajo, el fósil arroja luz sobre la evolución humana durante el Pleistoceno medio y sobre el origen de los neandertales.
Una investigación, en la que participa el Centro Nacional de Investigación sobre Evolución Humana de Burgos, indaga sobre la manipulación de huesos para fines no nutricionales hace más de 300.000 años en el yacimiento israelí de Qesem Cave. Los hallazgos revelan la existencia de retocadores de hueso en este enclave y confirman la capacidad de los homínidos previos al Homo sapiens para manipular diferentes tipos de materias.
Los europeos más antiguos que vivieron en Atapuerca tenían una dieta equilibrada de plantas y carne, pero las pruebas de la placa dental de una mandíbula de hace 1,2 millones de años indican que ingerían los alimentos crudos. Así lo confirma un estudio que avala la hipótesis de que el uso intencionado del fuego aún no se habría producido. Los científicos aportan una nueva cronología sobre el inicio del uso del fuego para cocinar alimentos.
Los hombres y mujeres de la Edad de Piedra golpeaban piedras para crear armas y herramientas con las que cortaban y raspaban gracias a las lascas que se desprendían del núcleo. Hasta ahora, se pensaba que éramos los únicos animales en hacerlo. Pero un equipo de científicos ha descubierto que unos monos capuchinos salvajes de Brasil también rompen rocas. En su caso, lo hacen para extraer minerales o líquenes de ellas.