Las marcas de corte más antiguas de Europa sobre restos de Mamuthus meridionalis, hallados en el yacimiento Fuente Nueva 3 en Orce (Granada), confirman que los humanos comieron su carne. En la investigación, liderada por las universidades Complutense de Madrid y Granada, también aparecen marcas de dientes que apuntan a tigres dientes de sable.
Las herramientas paleolíticas encontradas en el yacimiento de Korolevo quedaron enterradas hace 1,42 millones de años, según la datación de sus sedimentos mediante métodos de física nuclear. El descubrimiento arroja luz sobre la llegada de los primeros humanos a Europa y el sentido este-oeste de su viaje.
Científicos del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana publican un artículo en el que, mediante simulaciones digitales, analizan el efecto de las extinciones y apariciones de grandes carnívoros de la península ibérica sobre las oportunidades de carroñeo para los homínidos.
Mediante modelos computacionales, científicos del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) han demostrado que los homínidos fueron capaces de competir con las hienas gigantes para conseguir los cadáveres, que abandonaban los tigres dientes de sable y jaguares, hace 1,2 millones de años en el sur de Europa.
Hace medio millón de años, los humanos ya construían estructuras con este material. Restos hallados por investigadores británicos en el río Kalambo, en Zambia, que datan de hace 476.000 años, suponen el uso más temprano de la carpintería en África reconocido hasta ahora, lo que amplía la comprensión de las habilidades técnicas de los primeros homínidos.
El proyecto Metatool, liderado por el investigador Pablo Lanillos, aúna robótica, arqueología y neurociencia. Él y su equipo están probando autómatas que se perciben a sí mismos para que desarrollen nuevos utensilios desde cero y, de esta forma, comprender el proceso que iniciaron los homínidos hace 3 millones de años.
El análisis de un hueso de la pierna y dos del brazo de Sahelanthropus tchadensis, una especie descubierta en 2001 en Chad (África Central), indican que cerca de la época en que se separaron los humanos y los chimpancés, los primeros homininos ya eran bípedos, además de ser capaces de trepar árboles.
Los fósiles encontrados en las cuevas de Sterkfontein, en Sudáfrica, revelan casi cuatro millones de años de evolución de los homínidos. Desde que se iniciaran las investigaciones en 1936, con el descubrimiento del primer espécimen adulto del género Australopithecus, se han hecho famosas por los restos obtenidos en esta llamada ‘Cuna de la Humanidad’. El paleoantropólogo José Mª Bermúdez de Castro reflexiona sobre un nuevo estudio donde se plantea que estos fósiles serían un millón de años más antiguos de lo pensado.
Un yacimiento paleolítico bien conservado ha revelado la existencia de una cultura única al noreste del gigante asiático. El equipo internacional ha encontrado las primeras pruebas conocidas de procesamiento de ocre en Asia oriental y un conjunto de herramientas de piedra con forma de cuchilla. Los hallazgos han sacado a la luz expresiones y rasgos culturales hasta ahora inéditos en esa zona del mundo.
Estas pisadas fosilizadas halladas en el yacimiento a de Laetoli en Tanzania en la década de 1970 no son de osos, sino de humanos primitivos. Así lo confirma un nuevo estudio que presenta pruebas concluyentes de que múltiples especies de homínidos coexistieron en esa región y que el desconocido dueño de las huellas caminaba erguido.