Come-rocas, bosques de diatomeas que secuestran carbono o la corteza oceánica de hace millones de años son algunos de los proyectos en los que se han volcado los científicos españoles que acaban de regresar de la campaña antártica 2024. Varios de ellos cuentan a SINC en qué ha consistido su aventura y para qué servirán sus investigaciones.
La investigadora Dorthe Dahl-Jensen acaba de recibir el Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en Cambio Climático. Lleva décadas reconstruyendo el clima del pasado gracias sus estudios en Groenlandia. El hielo le permite comprender mejor el futuro que nos espera, con concentraciones de gases de efecto invernadero que no tienen precedentes.
La crisis climática amplía el número y la extensión de lagos originados por el derretimiento de glaciares, con el consiguiente riesgo de inundaciones por desbordamiento. Un nuevo estudio de las universidades de New Castle y Canterbury señala que este fenómeno pone en riesgo a 15 millones de personas en el mundo. Especial peligro corren las poblaciones localizadas en la meseta asiática y en la zona andina.
Estos satélites gemelos de la NASA y del Centro Aeroespacial Alemán fueron los únicos testigos del momento en el que el cuarto lago proglacial más grande del mundo se drenó repentinamente en 2020 en una zona remota de la Patagonia de Chile. Dos investigadores japoneses han descubierto el suceso y han analizado la causa: el colapso de una protuberancia de sedimentos en la salida del lago.
Investigadores de la Universidad de Cambridge han observado tasas de fusión muy altas en el fondo de la capa de hielo de Groenlandia, causadas por las enormes cantidades de agua deshelada que cae desde la superficie. Al hacerlo, la energía se convierte en calor, en un proceso equivalente al de las diez mayores centrales hidroeléctricas del mundo juntas.
En los Pirineos cada vez hay menor disponibilidad de agua, se constatan cambios en la biodiversidad vegetal y animal, y es evidente que la línea del bosque asciende hacia zonas ocupadas antes solo por praderas. Se vive una nueva realidad social en los pequeños núcleos y pueblos.
En los últimos 20 años, los glaciares han perdido de media un total de 267 gigatoneladas de hielo cada año, según las observaciones realizadas en más de 200.000 de ellos. Los resultados, que se incluirán en el próximo informe del IPCC, muestran que este deshielo es la causa del 21 % del aumento observado en el nivel del mar desde el año 2000.
Las estimaciones realizadas para predecir la velocidad con la que los glaciares y los mantos de hielo de la Antártida y Groenlandia perderán masa son todavía inciertas, pese a los avances en tecnología. Así lo revela un estudio internacional en el que ha participado un investigador de la Universidad Politécnica de Madrid.
Un equipo de casi un centenar de científicos ha logrado la imagen más completa de la pérdida de hielo de la gran isla nórdica y revela que la tasa se ha multiplicado por siete respecto a la década de los 90. Este fenómeno afectará a unos 360 millones de personas a finales de siglo debido a las inundaciones provocadas por el aumento de hasta 60 centímetros del nivel del mar.
Capa de hielo de Groenlandia. / Ian Joughin, Universidad de Washington