La provincia de Segovia podría compensar las emisiones de gases de efecto invernadero del tráfico rodado en los próximos 35 años por medio de medidas de gestión de usos del suelo, sin causar ningún impacto social ni pérdida de producción agropecuaria. Así lo confirma un trabajo, que centrado en esta provincia, y que ha determinado que las posibilidades de compensación son el doble de la demanda, y que de forma análoga, esta compensación podría ser también viable en otras regiones de España.
Investigadores de la Universidad Rovira i Virgili, en Tarragona, han creado una nanoestructura tridimensional de trióxido de tungsteno con gran sensibilidad para la detección de gases. Esta nanoestructura ofrece una superficie muy elevada a la hora de reaccionar con gases como el hidrógeno, por lo que puede aplicarse en el desarrollo de sensores mucho más sensibles que los actuales.
Investigadoras de la Universidad Politécnica de Madrid proponen un conjunto de prácticas de gestión del suelo económicamente atractivas para los agricultores que, a su vez, podrían reducir las emisiones de gases de efecto invernadero producidas en la agricultura.
Si bajan los costes del petróleo, crecen las emisiones de dióxido de carbono. Así lo aseguran dos científicos españoles que han contrastado la relación entre contaminación atmosférica y desarrollo económico utilizando como indicador los precios reales del petróleo en España de 1874 a 2011. Los científicos sugieren el diseño de unos nuevos impuestos de la energía.
José Antonio Peñas (SINC)
Sensia Solutions, una spin off de la Universidad Carlos III de Madrid, ha desarrollado una nueva cámara infrarroja de bajo coste que permite detectar de forma rápida y eficiente las fugas de gases industriales. El sistema puede ser embarcado en drones para inspeccionar instalaciones desde el aire y se encuentra en fase de comercialización por el interés que ha suscitado el el sector del gas y el petróleo.
Las llamadas 'narices electrónicas' usan la nanotecnología y la inteligencia artificial para detectar y clasificar, a partir del olor, determinadas sustancias, como los gases contaminantes presentes en el aire. En este contexto, investigadores de la Universidad de Extremadura han diseñado un programa para gestionar de forma óptima y remota la información que se genere desde estos dispositivos.
Los beneficios de la dieta mediterránea no hacen sino aumentar. Ahora, investigadores de EE UU han demostrado que comer sano mejoraría la esperanza de vida de la especie humana en diez años. Y, de la misma forma, con esos buenos hábitos “las emisiones de gases de efecto invernadero se reducirían en una cantidad equivalente a la de todos los coches, camiones, trenes, barcos y aviones”.
Un equipo europeo de científicos, liderado desde el Instituto de Tecnología Química (CSIC-UPV), ha incorporado nanoláminas de compuestos metalorgánicos en matrices poliméricas, un avance en la construcción de unidades de separación de gases más eficientes. Estas, a su vez, se aplican en numerosos ámbitos industriales.