Mediciones de la temperatura del fluido hidrotermal en medio de gases ácidos y chimeneas activas. / Puri López-García
Células microbianas (izquierda) pueden ser fácilmente confundidas con precipitados minerales ricos en sílice (derecha). / Karim Benzerara, Puri López-García et al.
Coloridas piscinas hidrotermales hipersalinas e hiperácidas de Dallol. / Puri López-García
Los seres vivos, especialmente los microorganismos, tienen una capacidad sorprendente para adaptarse a los ambientes más extremos de nuestro planeta, pero quedan lugares en los que no pueden sobrevivir. Investigadores europeos han confirmado la ausencia de vida microbiana en algunas charcas saladas, calientes e hiperácidas del campo geotermal de Dallol, en Etiopía.
Un equipo científico internacional liderado por el Centro de Astrobiología ha descubierto, por primera vez, la presencia de microorganismos ultra pequeños en el volcán Dallol, al norte de la región de Afar, en Etiopía. Estos microorganismos, que sobreviven en uno de los entornos más extremos de la Tierra, pueden ser claves para entender los límites de la habitabilidad tanto en nuestro planeta como en el Marte primitivo.
Un estudio de la Universitat de València ha demostrado que las placas solares fotovoltaicas, más allá de un elemento físico que acumula microorganismos del aire o del polvo, también pueden alojar comunidades microbianas ricas, activas y adaptadas, con una gran variedad de bacterias y hongos. El Instituto Cavanilles de Biodiversidad y Biología Evolutiva ha constatado la alta resistencia de algunas bacterias y su capacidad de adaptarse y colonizar entornos extremos.
Investigadores del Centro de Astrobiología y el Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados han identificado varios genes y mecanismos de resistencia a la sal en microorganismos que viven en el suelo y las raices de las plantas en una salina mallorquina. Esta información ayudará a comprender mejor la forma en que los seres vivos se adaptan a los ambientes hipersalinos de la Tierra o cómo lo podrían hacer en otros planetas o lunas del sistema solar.
La Antártida es un laboratorio natural único que alberga formas de vida singulares y constituye el mejor termómetro del cambio climático. Los países más cercanos a la península antártica, Chile y Argentina, están especialmente interesados en tener una fuerte presencia. Estos días, en pleno verano austral, concentran el mayor número de científicos en la Antártida y buena parte de ellos habla español.
Un estudio internacional liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas ha descubierto un gran ecosistema de organismos extremófilos a 150 metros de profundidad en la mina sevillana de Las Cruces.
Un grupo de investigadores estadounidenses ha encontrado a 800 metros de profundidad, bajo el hielo antártico, un verdadero vergel de vida microbiana que sobrevive en un ecosistema de total ausencia de luz y a temperaturas por debajo de los cero grados centígrados. El hallazgo tendrá implicaciones para la búsqueda de vida en ambientes extremos, tanto dentro como fuera de la Tierra.