Investigadores españoles han analizado los efectos de la aplicación de ultrasonidos a los vinos tintos en crianza para reducir su tiempo de elaboración y sus costes. El nuevo trabajo ha evaluado también la influencia de esta técnica en la calidad de los caldos.
La península ibérica es una de las zonas que tendrá que hacer un mayor esfuerzo para adaptar su producción vitivinícola a los nuevos escenarios climáticos. Así lo confirma un estudio de la Universidad Politécnica de Madrid que asegura que, a pesar de todo, el impacto será reducido.
Un equipo de científicos ha determinado la diversidad de bacterias que se encuentran en la piel de la uva de las variedades garnacha y cariñena de la DOQ Priorat y también en el vino de crianza en barrica a través de la secuenciación masiva.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid, el Centro de Investigación Forestal (CIFOR) del INIA y la Universidad de Córdoba han demostrado que la aplicación de técnicas de espectroscopia infrarroja permite mejorar el control de los parámetros que determinan el comportamiento del corcho en la botella. Una parte importante de la variabilidad de los tapones se debe al origen de la materia prima.
Científicos del Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación han logrado caracterizar 11 bacterias de origen enológico con potenciales propiedades probióticas. El trabajo abre nuevas oportunidades para seleccionar microorganismos con la capacidad de mejorar la fermentación en el proceso de vinificación, y ofrecer además beneficios nutricionales.
La enóloga Mª Victoria Moreno, directora del Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación (CIAL, CSIC-UAM), considera que el vino, en su dimensión científica, sigue siendo un gran desconocido, por muy de moda que estén el turismo enológico, los vinos de autor y las bodegas construidas por arquitectos estrella. La experta ha escrito el libro ‘El vino’ (CSIC-La Catarata), en el que descubre un sinfín de curiosidades y toda la ciencia que hay detrás de esta bebida.
Un método de resonancia magnética nuclear, desarrollado por investigadores de la Universidad de La Rioja, permite distinguir el vino con denominación de origen Rioja en función de las parcelas en las que se ha criado la vid.
El Grupo de Óptica del Departamento de Física de la UPNA ha diseñado una nueva metodología para clasificar el color y apariencia de los vinos a través de una medida instrumental objetiva. Los resultados de este método, publicados en las prestigiosas revistas European food research and technology y Color research and application, son fruto de los proyectos de Fin de Carrera de Javier Fernández de la Hoz Múgica y Juan Vicente de Santiago Guijarro, alumnos de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos (ETSIA).
Zenaida Guadalupe Mínguez ha obtenido el título de Doctora por la Universidad de La Rioja tras la defensa de su tesis 'Manoproteínas y enzimas en la extracción y estabilidad del color de vinos tintos Tempranillo' por la que obtuvo la calificación de sobresaliente 'cum laude' por unanimidad del tribunal.
La Universidad de La Rioja (UR), el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y el Gobierno de La Rioja han suscrito un convenio para la creación del Instituto de Ciencias de la Vid y el Vino (ICVV), el primer instituto de investigación de la UR, cuya inversión superará los 22 millones de euros.