El uso abusivo de las redes sociales —sobre todo entre los más jóvenes—, la autoexigencia personal o la falta de estrategias para afrontar el estrés, son algunos de los factores que pueden desembocar en una depresión. El psiquiatra José M. Montes advierte de la necesidad de mejorar el acceso al tratamiento de esta enfermedad, cada vez más prevalente.
Las personas que han tenido la infección del coronavirus se enfrentan a un mayor riesgo de sufrir afecciones neurológicas y psiquiátricas como niebla mental, psicosis, convulsiones y demencia hasta dos años después de pasar la enfermedad, según un estudio liderado por la Universidad de Oxford.
La convivencia fuera del hospital entre adolescentes y personas con esquizofrenia y trastorno mental grave, sus familiares, profesores y profesionales sanitarios durante cortos periodos de tiempo puede ser una alternativa de recuperación. Así lo revela un proyecto experimental, liderado por la Universidad Rey Juan Carlos, cuyo objetivo es disminuir el estigma hacia estos trastornos cognitivos.
La vida con un tumor se complica cuando el paciente sufre un trastorno psiquiátrico grave. En personas con esquizofrenia, trastorno bipolar o depresión mayor, la detección precoz suele fallar. Y aunque el cáncer se detecte, en algunos casos, los enfermos mentales se niegan a recibir tratamiento. Los psiquiatras piden programas específicos de diagnóstico y coordinación para trabajar con los oncólogos.
La Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos ha publicado hoy un informe sobre la salud mental de la población trabajadora. Una de las principales conclusiones es que un quinto de las personas en edad de trabajar sufre una enfermedad mental. El coste total de estas patologías en Europa se estima en un 3,5% del PIB.
Dice Rafael Huertas que “la figura del loco como alguien peligroso, de quien hay que desconfiar, impregna todo nuestro imaginario social y cultural”. Aquí habla de estas cuestiones y de otras más actuales, como el aumento del consumo de antidepresivos, en el que, además de la crisis, confluyen otras causas. Nuestra escasa tolerancia a la frustración y a la tristeza sería una de las claves.
Optimi, la herramienta informática desarrollada por investigadores de la Universitat Jaume I de Castellón, la Universidad Politécnica de Valencia y la Universidad de Valencia, es capaz de predecir si una persona con un alto nivel de estrés está en riesgo de caer en depresión a partir del estudio conjunto de una serie de variables fisiológicas y psicológicas en el que se utilizan técnicas de inteligencia artificial.
Las enfermedades mentales son la segunda causa de baja temporal y permanente en el trabajo.
Dispositivo eléctrico para tratar a pacientes psico-neuróticos durante la Primera Guerra Mundial.