Datos de Copernicus revelan que los fuegos forestales iniciados en agosto elevaron las emisiones contaminantes hasta alcanzar el total anual más alto en 20 años. Sus observaciones exponen que la calidad del aire se ha deteriorado por encima de las directrices de la Organización Mundial de la Salud.
El vertido de agua dulce por el deshielo antártico está alterando la salinidad del océano y debilitando la circulación profunda. Un estudio prevé que la Corriente Circumpolar Antártica perderá un 20 % de su fuerza para 2050 en un escenario de altas emisiones, afectando al clima y la vida marina.
Las guerras son devastadoras. El primer desastre es la pérdida de vidas humanas que conllevan. Además de ese horrible impacto, los misiles, las bombas y el armamento en general afectan directamente a las infraestructuras y los lugares de conflicto.
Este trabajo, liderado por el IDAEA-CSIC y el CREAF, revela que los musgos y hepáticas emiten diferentes tipos de compuestos químicos volátiles. Su función podría ser defenderse del estrés ambiental y una manera comunicarse entre ellos, ya que en otras plantas superiores cumplen estas características.
La liberación de dióxido de carbono a la atmósfera alcanzará un récord histórico en 2024, reflejando el avance insuficiente en la reducción del uso de combustibles fósiles y el cambio de uso del suelo. Según el informe Global Carbon Budget, el riesgo de superar el límite de 1,5 ºC en la temperatura global aumenta, mientras los sumideros naturales siguen bajo presión.
Estas emisiones están alcanzando niveles récord debido a las quemas forestales de la región amazónica. La columna de humo se extiende desde Ecuador hasta São Paulo.
Un reciente informe elaborado por instituciones del Reino Unido analiza las causas y consecuencias de estos desastres ambientales. El pasado año, en Canadá y partes de la Amazonía los fuegos fueron al menos tres veces más probables debido al calentamiento global.
Con la ayuda de hornos de arco eléctricos, investigadores de la Universidad de Cambridge han desarrollado un nuevo método para generar este componente del hormigón que, si se aplicara, supondría un gran paso en la lucha contra el cambio climático. La producción de este material de construcción genera el 7,5 % de las emisiones de CO2 globales de origen antropogénico.
¿En qué se parece el cambio climático actual y el de hace 56 millones de años, descubierto por Ellen Thomas y su colega James Zachos? Tal y como documentaron estos científicos, aquel episodio fue ocasionado por grandes emisiones de CO2 a la atmósfera. Otra similitud es que se trató de un calentamiento global que produjo largos periodos de sequía, seguidos de fuertes lluvias e inundaciones. “Lo mismo que ocurre y nos toca padecer ahora en todo el mundo”, dice Thomas.
El cumplimiento de los acuerdos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero conlleva desafíos pero también recompensas. Una investigación del Centro Vasco para el Cambio Climático ha evaluado el impacto de los nuevos objetivos de la COP26 en Glasgow y, si se llevan a efecto, se podría restringir el calentamiento global a 1,7-1,8 °C.