Los seres vivos emplean solo un puñado de elementos químicos, como carbono, oxígeno, hidrógeno o nitrógeno, pero la humanidad aumenta su demanda de otros mucho más escasos, como oro, cobre, níquel o las escasísimas tierras raras. Esta creciente divergencia conlleva riesgos ambientales, socioeconómicos y geopolíticos, según un nuevo estudio.
Un equipo del Instituto de Astrofísica de Canarias, en colaboración con la Universidad de Cambridge y la Universidad de California en San Diego, ha detectado grandes cantidades de oxígeno en la atmósfera de una estrella primitiva descubierta en 2018.
La tabla periódica que alerta sobre la desaparición de elementos. / EuChemS
Los matemáticos exploran cada día nuevos mundos. Para facilitar su labor, un equipo de expertos de doce países ha creado una base de datos que reúne y relaciona entre sí más de 20 millones de elementos de esta ciencia. La colección permite a investigadores y aficionados colgar en la ‘nube’ sus avances. Para relacionar todos sus elementos harían falta mil años de cálculo computacional.
Tabla periódica./ Fotolia
La Unión Internacional de Química Pura y Aplicada ha confirmado el hallazgo y la inclusión de cuatro elementos nuevos a la tabla periódica. Los elementos 113, 114, 117 y 118 son sintéticos, altamente radiactivos y con una vida de segundos o milisegundos.
Un equipo internacional liderado por investigadores españoles ha sintetizado nuevos núcleos atómicos que sólo se originan en las estrellas y cuya vida ha resultado ser más corta de la previsto. Sus propiedades son esenciales para entender la formación en el universo de elementos más pesados que el hierro.
John Dalton comienza a usar símbolos para representar los átomos de los elementos. / Irene Cuesta
Un equipo internacional liderado por astrofísicos españoles ha descubierto que el origen de algunos de los elementos radioactivos encontrados en los meteoritos más primitivos, cuyo origen data de la época de formación del Sistema Solar, pudo proceder de una estrella de seis masas solares atravesando la última fase de su vida a su paso por la vecindad solar.